El gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya está en clara campaña de conciliar a los grupos de poder. Esa es la cuestión.
Hace algunas décadas cuando la CTM era muy poderosa en el país y uno de los pilares del PRI, en Sinaloa no era menos el ex gobernador Don Juan S. Millán, era el representante de Fidel Velázquez en Sinaloa y un factor importante en la estabilidad de los grupos de poder en la entidad. Tal es así, que le alcanzó no solamente ser gobernador, sino que le alcanzó para dejar a sus sucesores, Jesús Alberto Aguilar Padilla y a Mario López Valdez. Sin duda el poder era innato.
Por su casa pasaban algunos de los aspirantes a algún cargo de elección popular y Don Juan Millán tenía una peculiar forma de recibirlos y expresar su apoyo, o negarlo. A la entrada de su casa los recibía, o bien, su despacho por así decirlo y era ahí donde recibía a quienes pedían su apoyo.
Al final de las reuniones acotadas Don Juan Millán comentaba a sus más allegados algún criterio para definir al aspirante, y ahí pronunciaba si quedaba dictada la sentencia. Eso fue como líder inmaculado de la CTM y ex gobernante de Sinaloa.
La anécdota viene a la memoria por los recientes nombramientos en el gabinete de Rubén Rocha Moya que han provocado el enojo, el malestar o el halago del grupo cercano al jefe de la oficina más refrigerada de Sinaloa.
Los romanos tenían por tradición utilizar el “pactum” para definir sus relaciones y acuerdos. Más o menos decían: “¿qué cosa hay tan conforme a la lealtad humana que respetar los hombres que entre sí pactaron?”
De ahí se ha desprendido una buena parte de la práctica de los acuerdos en política. Decía el sociólogo Gustave Le Bon: “gobernar es pactar; pactar no es ceder”. La frase podría aplicarse a quienes desde la presunta herencia política del gobernador quisieran ver otras decisiones y nombres en el gabinete, Rocha Moya tiene que ver por su gobierno y por su futuro.
Todos suponemos que para ser gobernador hubo que pactar, acordar, negociar y eso es lo que estamos viendo. El “pactum” ha sido de palabra, se da entre personas sin un documento de por medio y cae sobre ellos aquella sentencia milenaria “si no cumples con lo pactado ya puedes esconderte en el infierno”.
GOTITAS DE AGUA:
Finalmente, de lo contrario, quedaría como dice el viejo refrán castellano: “En todo trato, más vale encomendarse a Santo Tomás, que a San Donato” en clara alusión a un dicho popular repetido cuando algo se extraviaba, en este caso el pacto: “San Donato, la picha te ato y si no me la encuentras no te la desato”.
En fin, Rocha Moya está en clara campaña de conciliar a los grupos de poder y quizá eso es los que los sinaloenses estaban esperando, ya que no ha sido fácil enfrentarse a otra ideología que gobernó por varias décadas nuestra entidad. Y como lo digo en mi sumario de hoy, “Millán enfrentó al PRI y Rocha también”. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
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