Al sufragar en su favor en la pasada elección lo hice con la convicción que sería en la Cámara de Senadores un muro de contención de los abusos de Morena y su cuarta transformación.
Paloma forma parte de la bancada priista que tiene como jefe indiscutible al que gobierna el PRI nacional.
Alito pone y dispone a su antojo.
Pero me centro en Paloma a quién le entregué mi voto.
¿Votará usted en favor o en contra de las reformas que Andrés Manuel envió para reformar la Constitución y darle mate a la Suprema Corte de Justicia?
Mi mandato es para que vote en contra.
Lo contrario me hará renegar de usted y donde coincidamos se lo echaré en cara y será objeto de mi enojo y frustración.
Medite muy bien lo que hará en su momento.
La quiero sin manchas en el plumaje.
Su personalidad me cautivó y necesito saber que no traicionará la voluntad de los que somos sus seguidores.
Usted se declara orgullosamente sinaloense.
No se quiebre ante la infamia que pretenden y ponga en alto el estandarte de nuestro amado Estado.
Su posición en el Senado es muy importante.
Muéstrese intolerante contra las infamias de este gobierno.
La izquierda perversa no debe permear su espíritu.
Necesitan un voto las hordas del Atila mexicano.
Niégueles el suyo y que su voz destroce los oídos de los que pretenden convertir a nuestro País en remedo de Venezuela o Cuba.
Se lo pido y ruego:
Vote en contra de esas asquerosas reformas.
Se lo agradeceré eternamente.
Mi voz es la de un ciudadano convencido de la bondad de la división de poderes. Que no caiga la Corte de rodillas ante la locura de un perverso resentido que habita en Palacio Nacional.
No quiero verla levantando su mano en favor del sí.
Cúbrase con el manto de su generosa tierra.
Sinaloa es su patria chica y México es el tesoro que usted debe cuidar a costa de lo que sea y contra quién se atraviese para impedirlo.
No nos defraude mi querida Senadora.
Creímos en usted y abrazamos su causa electoral.
Pronto protestará en el Senado.
Estaremos muy pendientes de lo que ahí suceda.
Sea usted garante de nuestra postura.
Lo bueno o malo está en sus pensamientos.
Recuerde la máxima Kantiana:
“Obra de manera tal, que el móvil de tu acción, sea elevado a la categoría de máxima de universal observancia”.
Hasta mañana.
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