Comenzaré por Maynez y diré que nos mostró que papel juega en esta contienda y para nada nos extraña su postura.
Vive gozando de los placeres mundanos y de sentir que es un candidato a la presidencia de México.
Le pagan bien por su actuación y cumple con lo establecido.
Me gusta la tonadita de movimiento naranja y hasta soy capaz de comprar un par de tenis FOSFO.
Pasamos a la seriedad.
Claudia Sheinbaum pasó lista de los lineamientos de la cuarta transformación que le son dictados desde palacio nacional.
Cumplió con su líder y nos mostró sus programas a futuro sobre salud, desarrollo, política internacional y seguridad pública.
Trae el rollo que la violencia ha disminuido, pero los homicidios NO.
Es lo que dice Andrés Manuel y no puede darle la contra.
No está de acuerdo con los estudios de la comisión Independiente para estudiar el comportamiento de las autoridades para atender la pandemia del COVID 19.
Mal haría y Dios la libre de hacerlo y enfurecer al presidente de México.
Sabemos que no puede salirse ni un milímetro del script que le marcan desde la presidencia.
No le mueve una sola coma a sus intervenciones.
Xóchitl también llevó propuestas al debate y nos dijo la manera y forma en que resolverá los problemas que aquejan a México.
Lo hizo bien y quedamos conformes con sus exposiciones.
Hasta aquí un empate técnico entre las dos candidatas.
Ya dijimos que Maynez es palero de la cuatro T y lo sacamos en definitiva de nuestro comentario.
Vamonos recio:
Donde la puerca torció el rabo, fue cuando le dijeron de nuevo narco candidata a Claudia y no pudo argumentar nada.
Le dijeron parte de la corrupción junto al presidente, los hijos del presidente y le mentaron a la candidata al gobierno de Veracruz a la que tanto quiere y apoya y no pudo refutar los señalamientos de Xóchitl.
También le hizo ver que encabeza un narco partido con Mario Delgado como integrante de las bandas delincuenciales del huachicol, y tampoco quiso responder.
Le gritó en su cara el señalamiento que hace Anabel Hernández sobre presuntos vínculos con el narcotráfico y se quedó impávida mirando a todas partes menos de donde salía el candente torbellino.
Propuesta hubo y las declaro empatadas.
Le llamó parte de la corrupción y de la delincuencia organizada y no amenazó con denunciarla ante ninguna autoridad de la materia.
Anabel Hernández era muy reconocida como periodista valiente y veraz por Andrés Manuel López Obrador.
Ahora es vituperada y satanizada por nuestro presidente, al sacarle ciertos trapitos al sol que fueron obtenidos de autoridades gringas y que ligan al señor Andrés Manuel con delincuentes que le entregan dinero para sus campañas.
Es el mismo testigo protegido que hundió a García Luna en los tribunales de allende las fronteras y que ahora señala a nuestro mandatario como beneficiario del dinero narco.
Soy partidario que se griten a la cara lo que sepan de los rivales en los debates y por supuesto que también haya propuestas.
Claudia Sheinbaum no pudo responder a los señalamientos de narco candidata y a los hijos del presidente como corruptos.
Del dinero que dicen recibió del narco el presidente nada pudo decir o defender a su querido jefe y mentor.
Nadie ha demandado a la señora Anabel Hernández.
La escritora vive fuera de México, lejos del alcance de las balas que le pueden ser programadas para celebrar su historia.
Ganó Xóchitl el debate y punto.
Hasta mañana.
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