“Mi campaña avanza como el tren maya, nadie puede detenerla”

Eso dice Claudia Sheinbaum y me hace concebir esperanzas que ya escucha pasos en la azotea.

La piedra donde se colocaron los durmientes, la vendieron los socios de los hijos del

Presidente Andrés Manuel y al parecer es de pésima calidad y sobornaron a los del laboratorio que analiza esas cosas.

Audio de Loret de Mola puso al descubierto el gran negocio de los chamacos traviesos del presidente de México.

Si eso es verdad, las vidas de las personas que viajan en el tren maya corren un grave peligro y puede darse una tragedia como el de la línea 12 del metro de la ciudad de México.

No tengo la menor duda que Xóchitl Gálvez arremanga en contra de la imposición del que mora en palacio nacional por donde se para.

Lo hace sin miedo a enfurecer al que sueña con Benito Juárez cuando se acuesta en la cama del benemérito.

Es una mujer de voz muy vigorosa y espanta su franqueza.

Dice lo que piensa y eso le gana adeptos que cada día son mayores y reducen la ventaja inicial de las campañas.

Los mexicanos lucíamos desangelados al pensar que no había nadie que le pudiera pisar la cola a los perros electorales.

El tren maya, representado por Claudia Sheinbaum, puede descarrilarse y las consecuencias serían la pérdida de la presidencia, que los de la cuarta transformación piensan que la tienen en sus manos.

Se sabe y de cierto, que Andrés Manuel no reconocería el triunfo de Xóchitl y ya prepara el golpe de Estado si se lo permiten nuestros vecinos.

Nicolas Maduro, el dictador de Venezuela, anunció que va por su tercera reelección y sin que nadie tenga la fuerza para enfrentarlo con posibilidades de triunfo.

Cruz, cruz, que se vaya el diablo y venga Jesús.

No quiero imaginarme al remedo de Juárez y Cárdenas desechando la candidatura de Claudia y anunciando la desaparición de poderes, o de perdida que no se pueden realizar elecciones por falta de seguridad en el país.

Sería un desastre para México y no estamos capacitados para enfrentarlo con otra cosa diferente a la credencial para votar.

Yo si lo creo capaz de hacerlo.

Por eso lo escribo, una y otra vez, para que los poderosos de nuestro País busquen la manera de impedirlo y frustrarle los malignos planes.

México creo en ti, porqué si no creyera…

El estruendo de las olas al romper sobre nuestras playas, ahogarían las furias de los mexicanos.

Soy fanático de la democracia, por más imperfecta o pisoteada que la tengamos.

Quiero vivir mis últimos tiempos, libre como el viento, y sin más restricciones que las que marcan los ordenamientos constitucionales y las leyes que de ella emanen.

Dijo Claudia Sheinbaum que es como el tren maya y acepto que así de defectuosa perciba su campaña.

Claudia va para abajo.

Xóchilt va que vuela para alcanzarla y a esta yegua nadie la detiene.

Hasta mañana.

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J. Humberto Cossío R.

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