México… Las dos pastillas

Hace algunos años, dentro de mi sección periodística radiofónica, “Así es la Vida”, escribí y canté una parodia titulada, “La Pastilla”.

Contenía la cancioncilla en referencia, una solicitud dirigida a los grandes científicos de la medicina, así como a estudiosos de la neurología y la biología molecular, y desde luego a los grandes laboratorios e industrias farmacéuticas del mundo.

¿Y cuál era la solicitud planteada para los grandes cerebros que nutren de medicamentos a la industria farmacéutica mundial?.

MI RESPUESTA.- Invitar a los científicos del mundo para que se esforzaran en elaborar una pastilla que pudiera curar, la ENVIDIA, el RENCOR y la AMBICION entre la raza humana.

Es evidente suponer, que después de muchos años de haber cantado esa parodia, mi llamado se perdió en el tiempo y el espacio.

Es decir, jamás encontró mi convocatoria musical, eco entre la comunidad científica del mundo.

Estoy consciente que lo único que logré con mi descabellada demanda, fue la risa divertida y burlona de quienes en aquellos tiempos pudieron escucharme.

Sin embargo, transcurridos los años, la realidad social que hoy vivimos me ha obligado a replantear mi vieja solicitud, y clamar de nuevo por esa vacuna contra tan letales pecados capitales.

Y es que me ha bastado con observar la grave descomposición del tejido social de nuestro País, para llegar a la conclusión de que la pastilla que hace años yo proponía, nos es hoy, más urgente que nunca.

Soy un convencido que la envidia, el rencor y la ambición, son las tres emociones humanas que mayormente están golpeando las entrañas de la unidad y el respeto entre nuestra sociedad.

Es innegable, insisto, que esas tres patologías humanas se han instalado en el ánimo de los actores de los diversos ámbitos de nuestras vidas, y lo peor, sin ganas evidentes de mudar de su espacio existencial.

Nadie puede negar entonces, que esas negativas emociones han engendrado en la raza humana la semilla que da vida a las cada vez más agresivas, violentas y despiadadas confrontaciones sociales.

Las tres emociones humanas antes referidas, son el ejemplo claro, no solo de la sangrienta guerra inter-narca que estamos viviendo, sino de la misma manera, son promotoras de la irreconciliable confrontación política, social y económica que a diario observamos en nuestro entorno.

El ejemplo más claro, evidente e inmediato que podemos emplear para fundamentar el grado de descomposición social que actualmente vivimos, lo representan las diversas manifestaciones y ataques mediáticos que se están suscitando en estos tiempos en México.

Manifestaciones donde se puede leer en la mirada y gestos de los protagonistas una especie de odio, rencor y deseos de destruir todo lo que obstruya su paso en el tránsito hacia el objetivo planeado.

Algo debe estar mal en nuestro entorno social, para estar parados frente a una guerra de todos contra todos, sin aparentemente poder hacer nada o muy poco para evitarla.

Porque contra el odio, la envidia, y la ambición, enemigas eternas del amor, la paz, la concordia y la armonía social, muy poco se ha podido hacer hasta el momento.

Y es que son esas tres patologías emocionales por las que el Narco mata al narco…El gobierno mata al narco…Y el Narco mata a gobierno…Y como vemos, en esa guerra intestina todos matan a todos.

Ante esa triste realidad, mi conclusión es que, con nuestra inactividad, finalmente todos estamos matando la esperanza de algún día poder alcanzar la tranquilidad y la paz de nuestros pueblos.

Y al final del día, tendría de mi parte que solicitar a los científicos del mundo, que inventen otra pastilla, en tal caso sería para generar empatía social, amor, humanismo, respeto, solidaridad, y hermandad entre los humanos.

Y es que los gritos de repudio, las ofensas, las amenazas, y las agresiones a policías e instalaciones públicas, no parecen ser el remedio a los grandes problemas que los mexicanos tenemos hoy en día.

Espero entonces la disculpa de los grandes científicos de la medicina, porque ahora mi exigencia ya no es de una, sino dos las pastillas que en México necesitamos.

Ya acabé…Mejor me voy…Nos veremos enseguidita.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/punta%20de%20lanza/.

 

Armando Ojeda
Armando Ojeda

Comparte