Me lo mandó decir Gerardo Vargas Landeros, para establecer de una vez por todas que no tiene preferencias o patrocina corcholatas presidenciales.
Bueno, bueno, bueno, que así quede, aunque mi percepción sea otra y difiere también de lo que se comenta en los mentideros políticos.
Para no equivocarme de nuevo con Gerardo, me mantendré callado acerca de su persona y ya no expresaré que quiere ser Senador y luego ser el candidato de Morena para relevar en la gubernatura a Rubén Rocha Moya.
Los deslindes están de moda.
Quién quita y me salga Melesio Cuén Ojeda, que tampoco tiene como corcholata a Adán Augusto López, flamante Secretario de Gobernación.
Se vale y no se los tomaré a mal.
Alguna falla se cocina en mi coco y la visualización de los aconteceres políticos me nublan el entendimiento y no doy en el blanco.
Seguiré insistiendo en escribir sobre el tema que tanto apasiona a los sinaloenses y quizá en algún momento pueda tener aciertos.
No tengo la menor idea de donde he sacado que Andrés Manuel López Obrador tiene la fijación de quedarse más allá del 2024 y que las supuestas corcholatas quedarán regadas en el piso.
Recordando a Juan Gabriel, podríamos elaborar un estribillo, donde se cantaría que ni Ebrard, Claudia o Augusto y que Andrés Manuel seguirá de presidente.
Juan Gabriel cantaba a todo pulmón:
NI TEMO, NI CHENTE, PANCHO SERA PRESIDENTE. Esa contienda la ganó Chente Fox y le pegaron una correteada fiscal al cantante y compositor.
Nuestro paisano Francisco Labastida Ochoa fue derrotado por Vicente Fox y Ernesto Zedillo Ponce de León.
Eso dice la historia.
En caso de que la democracia siguiera imperando y se celebraran elecciones para relevar a Andrés Manuel, se escuchan varias voces, unos pensando que será Claudia Sheinbaum la que nos gobernará sin remedio.
A otros les late, que el candidato será Marcelo Ebrard y los menos afirman que la verdadera corcholata es el Secretario de Gobernación.
Hay algo en que todos coincidimos y es la dificultad extrema que existe para ganarle a los morenistas la siguiente careada.
No vemos quién pueda provocar un tsunami como el del 2018.
Claro que se hará la lucha y se lograrán muchas cosas, pero no le encuentro la punta a la madeja y tampoco visualizo una opción distinta al corcholatero de presidente.
Marcelo Ebrard tiene muchos seguidores en Sinaloa.
Se podrían recaudar cientos de miles firmas en su favor, pero seguiría faltándole la más importante que vive en Palacio Nacional y que será el que decida el futuro del País para los siguientes seis años.
Mi amigo Gerardo Vargas Landeros salvado está.
No tiene otra preferencia presidencial que la que decida su partido.
Mi amigo y colega Salvador Mercado de Los Mochis, jura y perjura que será Adán Augusto el candidato a la presidencia y de ahí no lo mueve nadie.
A chavita le ha ido bien con los pronósticos.
Tiene mejor ojo que yo y lo reconozco.
Hasta mañana.
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