Me horrorizo cuando escucho los relatos sobre Pablo Escobar

Lo pintan como un individuo que no diferenciaba el esfuerzo de tomar un trago de agua o de asesinar a una o varias personas.

Sujetó a Colombia a través del terror y de allí surgió la frase de PLATA O PLOMO.

Nunca se podrá saber a ciencia cierta la cantidad de asesinatos que cometió pero deben de ser bastantes miles.

Logró el imperio más grande de la cocaína, que se transportaba a los Estados Unidos para ser comercializada por toda la nación y que le redituaba miles de millones de dólares a la semana.

Murió a los 44 años el 2 de diciembre de 1993 en Medellín, Colombia.

Se dice que en muchos lugares aún permanecen enterrados los tambos repletos de dinero de los que solo Pablo conocía la ubicación.

Los trabajadores que enterraban el dinero eran asesinados para que el secreto quedará totalmente guardado.

Nadie tan asesino como Escobar.

En México tuvimos un jefe de jefes de nombre Miguel Félix Gallardo que controlaba todas las operaciones de droga para Estados Unidos.

Nunca ha podido salir de su encierro a pesar de su edad y de sus enfermedades que lo han envejecido de manera extrema.

Muy poderoso pero no se le tacha de asesino monstruoso.

El Chapo Guzmán lo superó en el poder al ser considerado como el más grande traficante a nivel internacional.

Este hombre libró grandes batallas en contra de los Arellano Félix y los borró del mapa de la delincuencia organizada.

Son el antecedente de la guerra que libran los hijos del Chapo Guzmán en contra del Mayito flaco hijo del Mayo Zambada.

Estos muchachos trabajaban en aparente calma, hasta que el Mayo Zambada fue entregado a las autoridades gringas por el clan de los Chapitos.

Los sinaloenses vivimos una crisis de inseguridad, pero de ninguna manera comparable como la que vivió Colombia en tiempos de Pablo Escobar.

Existe la esperanza que termine el conflicto en un tiempo razonable donde las autoridades tienen que ser los que se impongan.

De otra manera, Donald Trump nos visitará con sus fuerzas especiales a la hora que se le pegue en gana y no podremos detenerlo los que somos pacíficos ciudadanos que de armas sabemos nada.

Me escandaliza pensar que el mundo tenga que padecer las acciones cruentas de asesinos como Pablo Escobar.

Sabemos que el narcotráfico es una actividad que enriquece las arcas de los que a ello se dedican.

Sabemos también, que cuentan con las complicidades de las autoridades de todos los niveles que llenan sus bolsillos por la protección que otorgan a la delincuencia organizada.

Se dice de políticos de muy alto nivel involucrados.

Anabel Hernández señala abiertamente al ex presidente Andrés Manuel como uno de los que recibía grandes cantidades del Mayo Zambada.

Nuestros conocimientos no alcanzan esas alturas.

Pero sabemos lo que significa corrupción.

Que jamás vuelva a existir otro Pablo Escobar.

Causa horror saber de sus instintos.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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