Comentaremos hoy sobre lo que tanto se repudia sobre el rector Jesús Madueña Molina y la nómina UAS del amor con amor se paga.
Ahora está plenamente confirmado lo que por un tiempo fueron mitotes o presunciones.
Precisemos que una muy amplia mayoría de los trabajadores universitarios reciben su salario con apego estricto a la normatividad.
El problema es que no son pocas las ilegalidades y los abusos de poder.
Están a la vista de todos, con muchos sorprendidos por el nivel de los cinismos.
Se celebra hoy la presentación de propuestas para el Programa Institucional de Desarrollo de la Universidad Autónoma de Sinaloa para por lo menos los próximos cuatro años.
Serán cuatro foros regionales titulados “con visión de futuro 2029”, con más de tres mil ponencias en total, y por supuesto que cacarearán que todo va de maravilla y rumbo a la cúspide.
Me pregunto, ingenuamente si habrá un solo planteamiento que exija transparencia y cuentas claras en la operación de la nómina uaseña.
Sería un milagro.
Resulta casi imposible, porque además del amor con amor se paga, los salarios con sus respectivos nombramientos y categorías funcionan también como una especie de ley mordaza.
Si alguien se atreve a reclamar o denunciar, operan las represalias.
La UAS está convertida en una dictadura.
Por un lado, autoridades enfermas de poder que viven de rodillas ante el gobierno que los persiguió y ahora los controla, y por el otro la represión interna contra quienes se resisten a vivirle aplaudiendo al rector.
El uso de la nómina implica favorecer a los títeres como Wilfrido Ibarra y sus compinches de Punto universitario, así como la fabiruchis Víctor Hugo Aguilar que cada vez que saca la cabeza termina como palo de gallinero.
Así es la nueva rosalina institución, con pudriciones muy lamentables.
Lo de la nómina UAS del amor con amor se paga no es exclusivo en lo político.
Aplica escandalosamente en las intimidades del amor y el sexo.
Por eso la revolución interna, todavía silenciosa pero con ánimos cada vez mayores.
La amenaza, ya lo advertimos, de un rectorado de pesadilla para Jesús Madueña.
No hay modo de explicar tantos aviadores, porque las evidencias de las ilegalidades son contundentes.
Repitamos que no todo mundo está de rodillas ante el rector, ni dentro ni afuera de la UAS.
Algunos ya trabajan en la denuncia pública y otros comienzan a agarrar valor.
Recibimos consideraciones contrastantes en cuanto a la posibilidad del divorcio.
Que la señora ya no aguanta las humillaciones y que la bomba está a punto de estallar.
En sentido contrario, que las recompensas de la nómina aplican también para aplacar los resabios.
Poderoso caballero es don dinero.
Esa es la apuesta de Madueña y de su patrón Rubén Rocha.
Perseguir, amenazar y doblar.
¡No te acabes, universidad!
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