Altoparlante

Madueña trafica con carros para su harem y su familia

Entérese usted que desde su inicio mismo como rector de la UAS, Jesús Madueña Molina trafica con carros para su harem y su familia.

Más corrupciones y más hipocresías a la vista de todos.

Una universidad en la que se llora que no hay recursos para pagar sueldos y prestaciones, pero con automóviles de súper lujo para el chaca mayor, sus cercanos, sus compinches, sus parientes, sus novias y hasta los parientes de las novias.

Cuántos millones costarán las raterías de Madueña, el infiel que hasta a su esposa le robó.

Vayamos al detalle.

Desde el 2021, primer año del rectorado de Madueña, se adquirieron una importante cantidad de carros nuevos.

Una Suburban y una Blazer roja para rectoría, y una Tahoe al bienestar; de lujo, las tres.

Asignada también a rectoría pero usada para las vueltas de la casa familiar, una Captiva.

Otras dos Tahoe adquiridas, ahora a cargo de los nuevos titulares de Secretaría General y Secretaría Académica.

Se anunció en ese año la compra de por lo menos 22 vehículos nuevos.

Trackers, Captivas, Sentra y algunos vehículos utilitarios como Aveo y Ónix.

Sólo unas pocas de esas unidades con asignación conocida.

La mayoría en secreto, con comprobaciones de algunos de esos vehículos en posesión de las novias del rector y de sus parientes, así como de los hijos de Madueña y de los novios de los vástagos.

No fueron pocos los directores que se hicieron ilusiones esperando carro nuevo, pero terminaron chiflando en la loma.

No se sabe cuántos millones se gastaron en esa ocasión.

Buscamos en la página de transparencia de la UAS, sin resultados.

O no existe la información, o está muy oculta.

Nada hay sobre compra de vehículos en las secciones de “Convocatorias de licitación y resultados” y “Adquisiciones, arrendamientos y servicios”.

Con el detalle de que esas compras se hicieron con recursos propios, dizque “auditados” internamente.

Compras de adjudicación directa o fraccionadas para burlar una posible pesquisa.

Casi eterno ganador de esos contratos es Enrique Díaz Vega, amigo personal de Madueña que fue secretario de Administración y Finanzas al inicio del gobierno de Rubén Rocha Moya.

Por cierto con una renuncia polémica al cargo estatal, y acusado por la “Mayiza” de ser narco político.

Más recientemente la UAS compró otro paquete de automóviles, varios de ellos de alta gama.

Algunas camionetas eléctricas ByD, una para Madueña y otra para su esposa Sofía, más un sedán para la hija.

Óscar el chofer trae un Jetta, y algunos funcionarios de la administración central que tenían Captivas ahora las reemplazaron por camionetas ByD.

De nuevo, el mismo misterio del 2021: buena cantidad de carros sin asignación oficial.

Con la reiterada acusación contra el rector enamorado e infiel, de que buena parte los asignó a sus parientes, a las novias y a los papás de sus amores.

Reiteremos que no son solamente rumores.

Han visto a esas personas con automóviles nuevos, iguales a los que compró la UAS.

Esta información viene desde dentro mismo de Rectoría.

Universitarios indignados contra “el rector más corrupto de toda la historia en nuestra universidad”.

Dice conocido proverbio popular que cuentas claras y amistades largas.

Ahí está el detalle, dijera Cantinflas.

No hay transparencia ni rendición de cuentas.

Ojalá que Jesús Madueña clarifique y desmienta esta información.

Adelantemos la respuesta que, palabras más palabras menos, darán algunos lambiscones: “son rumores y difamaciones de un periodista que usa la libertad de expresión para mentir con descaro”.

Que los que acusan deben presentar denuncia formal, y que no vale hacerlo a través de Altoparlante.

Termino con la advertencia de que Madueña debe rendir cuentas claras a los universitarios y a todos los sinaloenses.

Ya demostré que hasta a su esposa le robó, por andar de enamorado.

Esa casa que compró junto con una novia y que luego vendió a la “suegra” eludiendo la copropiedad de doña Sofía por la sociedad conyugal en vigor.

Si firmó falsamente como soltero ante notarios públicos, imagine a qué se atreverá cobijado por esa autonomía a veces usada de manera perversa para esconder lo indebido.

El remedo de dictador se siente dueño de la universidad y sus raterías han sido impunes.

Por eso es tan rufián y tan cínico.

Continuaremos, porque hay más.

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Partida
Juan Manuel Partida Valdez

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