No terminan de sorprendernos las infamias que suceden en la UAS, y ahora el rector Jesús Madueña fabricó culpables y “chivos expiatorios”.
La historia es increíble.
El día de ayer hubo audiencia judicial sobre las acusaciones contra presuntas corrupciones en compras irregulares por más de 500 millones de pesos.
Todo indica que hubo un pacto entre el rector y el gobernador Rubén Rocha Moya, pero el juez mostró una sospechosa sorpresa por los términos anunciados y aplicados.
Los dos comités de adquisiciones acusados tendrán que pagar cada uno 10 millones de pesos en los próximos seis meses para poder cerrar los procesos en su contra.
Los tesoreros de la presente y anterior administración uaseña se declararon culpables.
El resto de los integrantes de los comités se acogieron al beneficio de la suspensión provisional.
Con el detalle de que el rector Jesús Madueña y el exrector Juan Eulogio Guerra Liera van aparte.
El argumento, que parece sólido, de que ellos nunca se enteraron de esas compras y no pueden ser acusados por ello.
Sobre esto último la insistente manifestación de sorpresa del juez.
Aparentemente se violaron los términos de la transa, y nos informan que se citó para nueva audiencia de suspensión condicional.
El juzgador informó, y le dijeron que no se cumplió lo convenido y habría reculada.
Puntualicemos primero que la UAS termina dándole la razón al gobernador Rocha Moya.
Se aceptaron culpas y se admite que hubo compras irregulares.
Es lo oficial, sin descartar que ese reconocimiento sea una falsedad acordada para darle la razón al asesino de Melesio Cuén, hoy tan amado por los altos mandos uaseños.
Unos sí son “culpables” y otros no.
Por eso refiero que todo indica que, parcial o totalmente, se fabricaron chivos expiatorios.
Con la rareza de que ante acusaciones tan dispares en cuanto a las compras señaladas como irregulares, se aplica extrañamente el mismo castigo de 10 millones en cada caso.
Y la inevitable pregunta de si los supuestos delitos desaparecen con esos pagos.
No está claro lo que sucedió ayer, y falta ver lo que sucederá luego.
Lo que sí se ve es que no hay verdad ni hay justicia.
A ver si alguien se atreve a ilustrarnos con mayores detalles, desde la UAS o desde las huestes del chacal de Batequitas.
Quien esto escribe sufre ya venganzas y represalias uaseñas porque decimos verdades que incomodan.
Reiteremos que por más que nos ataquen, nunca nos van a someter.
EL “FUERA ROCHA”, TAMBIÉN EN EL ESTADIO
El “fuera Rocha” se escuchó fuertemente ayer en el estadio de los Tomateros de Culiacán, gritado por miles de gargantas.
Una muestra más del repudio popular en contra de ese gobernador terco en seguir protegiendo a sus amigos los narcos.
En varios medios “nacionales”, el día de ayer hubo una pregunta insistente: ¿qué tiene que pasar para que Rocha renuncie o lo renuncien?
La presidenta Claudia Sheinbaum tiene buen rato completamente embarrada de mierda, y lo peor de todo es que no parece darse cuenta.
O quizá se tiene que aguantar, por cobarde.
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