Sin querer queriendo, madrazo de AMLO a su corcholata marihuana.
Consumir drogas es cosa muy mala, dijo para lavarse las manos frente a hechos de violencia en el país, y le raspó gacho el mueble a Claudia Sheinbaum.
Antes que vengan a llorar, les presentamos la verdad dicha por la propia candidata morenista:
https://ntcd.mx/nota-ciudad-acepta-claudia-sheinbaum-haber-consumido-marihuana201826155.
Conjuntemos esta confesión con lo que en días pasados afirmó el presidente de la república.
Primero, sobre seis jóvenes asesinados la semana pasada en Celaya, su pretendida justificación de que este hecho “tuvo que ver con el consumo de drogas”.
Fue una declaración muy irresponsable, con un “esto es todavía hipotético”.
El rufián victimizó sin razón a los jóvenes estudiantes, para atacar políticamente al gobierno panista de Guanajuato.
Luego, cuando el enfrentamiento a balazos entre pobladores de Texcaltitlán contra criminales que acudieron a cobrarles derecho de piso, volvió con su vasca.
Que la violencia no es culpa del gobierno, sino de la sociedad porque hay consumo de drogas.
Advirtamos que la nota de Claudia marihuana era para quedar en el archivo pero no podemos ser tan indiferentes ante las desvergüenzas del mesías.
La embarrada a su marioneta es de Andrés Manuel, por andar de hocicón.
Aunque no nos extrañe que tener una candidata drogadicta en Morena debe ser cosa de lo más chido, o eso parece.
Ya en el camino, agreguemos violadores, corruptos, asesinos, etcétera.
Si son parte de la cuarta transformación, están purificados.
Y en la burla, se proclaman siempre como lo mejor de lo mejor.
Biba el kakas.
PURAS VERGÜENZAS DEL “YO TENGO PALABRA”
Hablando de embarradas y exhibidas, la que le pusieron ayer otra vez al gobernador Rubén Rocha Moya.
Productores de maíz se manifestaron nuevamente para exigir que se les paguen sus cosechas.
Recordemos al ejecutivo estatal hace pocas semanas muy indignado frente a maiceros.
“Yo tengo palabra”, dijo entonces el ejecutivo estatal que volvió a prometer que casi de inmediato les pagarían esa lana.
La falsa dignidad de siempre, que sirvió para la mofa en varios cartones periodísticos.
Los hechos están ahí, por más maromas que den.
Siguen pasando las semanas y los meses, y nada pescadito.
Como en casi todo, puros engaños del narco que nos desgobierna.
Y ninguna pena le da.
Volverá a decirnos, muy digno, que no miente, que no roba y que no traiciona.
Porque hace buen rato que perdió completamente la vergüenza.
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