No se piensa en uno mismo y lo más recurrente es sobre el futuro de los hijos y de los nietos.
No tuve abuelos y es algo que desconozco en el trato.
Siento que voy navegando en aguas tranquilas pero no diviso el lugar del desembarco.
Jamás me imaginé con 79 años.
Son bastantes y el peso del tiempo es una carga que ya comienza a doblar mi señorial gallardía.
Hasta el momento todo bien.
La medicina moderna nos mantiene con fuerzas suficientes y nos permite gozar de los calores y fríos de cada temporada.
Mi viaje más reciente fue a la tierra de Trump y nadie estuvo para apoyarme hasta que llegué a mi destino y ahí fui recibido por una de mis hijas.
No creo tener el valor de intentarlo de nuevo.
Me la pasé muy bien en compañía de Azul Dhayana y Violeta del Mar que me dieron su cariño y atenciones.
Abracé a mis nietas y nieto y me sentí arropado con su cariño.
El 16 de julio cumpliré ochenta si la bondad de nuestro Dios me lo permite.
No soy dado a que me hagan fiestas y no creo que para entonces las cosas ya se hayan calmado entre Chapitos y Mayos.
La vida nocturna en cero en el bello Culiacán.
Después de las ocho de la noche todo se convierte en riesgo.
Mi seguridad es algo muy importante y la de mi familia no se pone a discusión.
Los bravucones asumen esos peligros y algunos terminan siendo estadística de los homicidios.
Mi gran sueño es que Culiacán vuelva a la tranquilidad de hace algunos meses y que se nos permita gozar a plenitud la belleza nocturnal.
Jamás me imaginé lo que estamos viviendo.
Encerrados en nuestro hogar y privados de la libertad en nuestra ciudad por los dueños de las armas.
Ni Chapitos o Mayitos le tienen respeto a la autoridad.
Son únicos e irrepetibles.
Se pitorrean de Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch.
El Zócalo de la ciudad de México fue el esplendoroso marco del festejo de los primeros 100 días del nuevo gobierno.
Chapitos y Mayos o hacen en cualquier parte de Sinaloa y sus ráfagas de metralletas se escuchan sin cesar.
Sueño con la paz y tranquilidad de mi ciudad.
No quiero que sigan las ejecuciones.
La libertad es un valor supremo y nos ha sido arrebatado por la delincuencia
organizada.
Le tengo miedo a la oscuridad de las calles.
Ni valiente y mucho menos necio.
Hasta mañana.
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