Picaresco dicho político que determina el lugar que ocupan determinador personajes de la grilla que fueron acertados o equivocados en sus preferencias electorales.
Me voy a referir a los priistas que andan muy mortificados de que llegarán Paola Gárate y Bernardino Antelo Esper sin haberse cubierto las más elementales formas.
Y me pregunto:
¿Fui tomado en cuenta para que en su momento llegara a una diputación local la señora Gloria Himelda Félix de Irizar en los tiempos de Jesús Aguilar Padilla como Gobernador de Sinaloa?
Claro que no.
Recuerdo, como si fuera el día de hoy, cuando la señora Rosalía Camacho de Aguilar le pidió o le exigió a su marido que hiciera diputada a Gloria Himelda.
Doña Rosalía, que en paz descanse, era muy influyente con su esposo el Gobernador y logró sus propósitos.
A ningún priista de Sinaloa le preguntaron si querían que Gloria Himelda fuera designada candidata a la diputación.
Doña Rosalía jamás recorrió las calles de los poblados de Mocorito para tomar la opinión de las gentes y fue su decisión la que imperó en su tiempo.
Una sola voluntad y listo.
Chuy, que en paz descanse, también dobló las manos.
Luego Doña Rosalía le pidió la presidencia municipal para Gloria Himelda y no hubo poder humano que convenciera al Gobernador para oponerse a los deseos de su esposa.
No nos consultaron a los priistas y Gloria Himelda fue presidenta de Mocorito.
Fue diputada federal y tampoco nos tomaron el parecer a los ciudadanos sinaloenses y llegó a la cámara baja federal.
Quirino Ordaz Coppel quiso que Gloria Himelda fuera de nuevo Diputada y la situó en buen lugar entre las pluris y se encuentra Gloria Himelda cobrando como legisladora sin hacer gestos.
Tampoco Quirino nos preguntó sobre el asunto de Gloria Himelda.
En lo particular, no tengo nada de inconformidades por la brillante carrera de Gloria Himelda.
Por el contrario, me siento halagado que así hubiera sucedido.
Le pido que guarde compostura y no empuñe látigos que en otros tiempos hubieran caído sobre su lomo.
El PRI es un partido de dedazos.
Los procesos de elecciones son faramallas cuando se llevan a cabo.
Algunos resultan aseados, pero solo participan los que tienen la bendición del gobernante priista y los demás saben que son de relleno.
A Paola y Bernardino los escogieron desde la ciudad de México y fue directamente el Presidente Nacional del PRI el que dijo quiénes.
Claro que causó malestares.
Los desechados jamás estarán conformes o chillarán para que los consuelen con otras cosas y colorín colorado.
Decían que Erika era la escogida. Tenía un gran arreador que cayó en desgracia ante los ojos de Alito.
Por eso fue sustituida por Paola.
Alito tampoco me consultó sobre Paola, pero no voy a chillar y patear el suelo para manifestar mi desaprobación.
El PRI no consulta.
Impone, y al que no le guste, que “inge” a su maye.
Hasta mañana.
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