Los pantalones de Xóchitl Gálvez y las naguas del presidente

Cumplió su palabra la Senadora y se presentó puntual a las seis de la mañana en la puerta de acceso de las mañaneras de Palacio Nacional.

Llevaba en su poder el ordenamiento de un Juez federal para que se le concediera el derecho de réplica frente al Presidente de México.

Sabía que no la iban a dejar entrar y cumplió el objetivo de dejar claramente establecido que Andrés Manuel López Obrador es una gallina con faldas.

Jamás abrieron la puerta y Xóchitl tuvo que retirarse.

Aconsejable que al Presidente de México hay que pescarlo en la calle y ahí gritarle hasta de qué fue bautizado.

En las mañaneras agrede impunemente, sabedor que no puede ser enjuiciado, aunque cometa actos de traición a la patria.

Es el estilo cobarde y mezquino de alguien que presume de Juarista y en los hechos es una calca de dictadorzuelos venezolanos.

Lo sabíamos todos, que Xóchitl no lograría ingresar para enfrentar al depredador que elegimos como Presidente en el 2018.

Pero dejó constancia la Senadora de la baja calidad del dueño del rancho La Chingada y nos da el camino correcto para enfrentar con la legalidad, al que debería ser el garante de los derechos que nuestra constitución otorga.

Andrés Manuel es peleador de boca y ofende cada vez que hila sus retorcidas ideas y nos hace llenarnos de furia por tener un mandatario de baja ralea.

Que disculpen mis expresiones, pero solo hay una manera de describir al tabasqueño y es decirle CULON en toda la extensión del Vocablo.

Encerrado a piedra y lodo en Palacio Nacional, denigra y llena de improperios a los que considera sus detractores y no hay autoridad que pueda detener a este despreciable mandatario.

Muy bien Senadora.

Usted cumplió cabalmente con presentarse a la mañanera y Andrés Manuel jamás abrió las puertas para darle el acceso.

Usted mostró sus pantalones bien fajados y Andrés Manuel sus naguas.

El consejo es que lo siga y lo acorrale ante la gente y lo ponga en el peor de los ridículos al verse cara a cara.

Así son los faldilludos y Andrés Manuel es el mejor ejemplo.

No importa Senadora, ya habrá tiempo y espacio para interceptar al tabasqueño y gritarle a la cara los epítetos que se ha ganado a pulso.

Hay un grito que se escucha en los estadios de futbol.

Ulero, ulero y eso saca de quicio a los federativos nacionales e internacionales.

Es la manera de venganza de los asistentes y aunque es reprochable a todas luces será lo que mereciera se le gritara al Presidente.

No hay de otra Xóchitl, o bien te disfrazas de pariente del Chapo Guzmán y entonces sí bajaría el Presidente los vidrios del vehículo en que viaje.

A esos si les tiene pavor abrazos y no balazos.

La saludo Senadora.

Hasta mañana.

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J. Humberto Cossío R.

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