Fax del Fax

Los lobos le aúllan a la luna

SON SERES QUE LLEGARON A LA
TIERRA DESDE EL ESPACIO SIDERAL.
Es un relato que le escuché a una mujer de las que cuentan las historias de un modo muy apasionante y que no quieres que les den fin a sus cuentos.
¿Y que me dicen de los que quieren tirarle piedras a la luna?
Atacan sin armas a los poderosos y pretenden derrotarlos.
Sus victorias son pírricas y al final de la jornada terminan siendo señalados como traidores a la patria.
¿Qué somos los que pensamos diferente a nuestro presidente?
¿Lobos aullando a la luna o ilusos aventándole piedras al espacio?
¿Qué piel debemos de portar?
¿La de un feroz lobo de montaña o la de una obediente oveja?
No les recomiendo que se vistan de caperucita.
Afirman que terminó siendo amante del lobo feroz.
Mi presidente es un gran lobo, pero también se disfraza de mansa oveja cuando su enemigo es más fuerte.
Que nos cuesta disfrazarnos de mansos animalitos de corral y evitar que nos devore la bestia.
Sigamos su ejemplo.
Adorable frente a TRUMP y desalmado con los diputados mexicanos que pretenden jalarle los pelos del deste.
Recuerdo la arenga de un valiente general de nuestra revolución.
“Si el enemigo es muy numeroso, nos pelamos”.
“Si el enemigo es pequeño, nos escondemos”
“Si no hay nadie, al ataque mis valientes que para morir nacimos”.
MORENA es un ejército muy poderoso.
Con un General que ama la guerra y cuelga a sus enemigos.
Sus fuerzas son muy disciplinadas y obedecen ciegamente.
Conoce las estrategias del combate.
Las piedras no se las tira a la luna y su figura crece frente a la de nosotros que nos achicamos.
Su palabra encierra un dogma.
No hay lugar para los no creyentes.
Es la fe ciega la que imbuye a sus tropas y los convierte en combatientes
de su religión.
Mueren por su causa y matan por agradarlo.
¿De dónde llegó?
¿Es de este mundo?
¿O se cumplió la profecía que de nuevo vendría el hijo de Dios para salvarnos del pecado y la descomposición?
¿Usted quiere ser lobo?
Aúllele a la luna y entre en la modernidad.
Y cuando convenga, póngase la piel de oveja y que se escuchen
claramente sus balidos.
Hasta mañana.
J. Humberto Cossío R.

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