El status que les damos los convierte en ciudadanos vigilantes de que a sus gobernados les caiga la luz de su sabiduría y la conducción inmejorable de la cosa pública.
Quién atente en contra del que los invistió de poder para que busquen el bienestar de la nación y la estabilidad de la República, no merece su estancia en las páginas de la historia que se escribe con el diario acontecer.
Nuestro voto los eleva y también puede tumbarlos.
Ser figura pública es un gran honor y conlleva gran responsabilidad que el individuo no puede hacer a un lado en ningún momento.
La ética debe acompañar sus actos siempre.
Sus valores deben ser universales.
No hay cadenas que puedan sujetar nuestros pensamientos. El gobernante debe estar atento para no menoscabar el derecho a la manifestación de las ideas.
Cuando entregamos nuestro voto creemos que es lo mejor que requiere la convivencia social.
Sufragamos por quién representa la mejor opción para encabezar nuestro gobierno y quitamos de en medio, lo que nos parezca mezquino y sin derecho para beneficiarse con nuestra decisión.
Por eso elevo mi protesta en todo momento en contra de quién me considera ente diferente a los de su especie o categoría.
Nuestro gobierno es republicano, envuelto en la democracia constitucional y por nada del mundo quiero que suceda algo diferente.
Deben desterrarse vestigios del autoritarismo, para nada soñar con destruir los avances logrados y se pretenda copiar los modelos de naciones gobernadas por dictadores de pacotilla.
Manuel Ávila Camacho fue el último representante de la bota y el fusil que nos gobernó a los mexicanos. Con este presidente pagamos la cuota a las jerarquías de la milicia y no queremos en el futuro vivir en condiciones que pertenecen al pasado.
Los mexicanos cada vez más exigentes y nuestros gobernantes cada día más exigidos y cuestionados.
Andrés Manuel fue recriminado por una mujer durante un vuelo comercial y la señora no paró hasta desahogarse.
Recientemente, en un restaurante de la ciudad de México, una figura partidista como Alito Moreno fue increpado por un grupo de ciudadanos, que le echaron en cara su vergonzosa posición con respecto a la permanencia de los militares en las calles hasta el año 2028.
Conforme pase el tiempo, sucederán cosas como esta con mayor frecuencia y con el derecho que les da ser los patrones de los que se ostentan como representantes populares y parte de las estructuras gubernamentales.
Prepárense funcionarios de todos los órdenes de gobierno.
La figura del ciudadano se agiganta.
Cadenas y bozales no sujetan la voluntad popular.
No habrá guaruras que paren los reclamos públicos.
Las urnas generan derechos por los sufragios depositados.
Las ideas no forman parte de la esclavitud.
Le abrieron la puerta al perro y “ora” se aguantan.
Hasta mañana.
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