Los envenenados meten miedo al pueblo bueno

Es triste ver que los chairos envenenados le meten miedo al pueblo bueno.

Por envenenados me refiero no solamente a los miles de bots y cuentas falsas pagadas por la cuatroté para imponer sus otros datos, sino también a ciudadanos irresponsables y al borde de la taradez.

Son inconcebibles las publicaciones en las que los aplaudidores de la putrefacción de cuarta festejan que nos sigan gobernando los narcos.

Viven en los otros datos frente a realidades que evidencian que AMLO y su pandilla son muy rateros y muy cínicos.

Tras los millones de votos metidos en el fraude electoral del pasado dos de junio, andan engallados los chairos y exigen que respetemos las mapachadas.

Muchos ciudadanos que quieren un México mejor sin los atoles de morena, han perdido entusiasmo y se apagaron sus esperanzas y sus ganas de luchar.

Comentan menos contra la cuatroté, porque de inmediato les brincan los intolerantes con los insultos de siempre.

Los ánimos andan bajos porque pegó muy duro el resultado oficial de la elección, que por más que se quiera eludir estuvo llena de irregularidades, con millones de votos falsos y comprados.

Quizá algún día sepamos cómo lo hicieron, pero es evidente que numerosas mapachadas quedaron ocultas por las complicidades desde dentro del Instituto Nacional Electoral.

El problema que hoy volvemos a sufrir es que la cuatroté sigue siendo dueña de la narrativa.

Imponen otra vez los otros datos como verdad absoluta, gracias a las cobardías de algunos que según están en la oposición.

Los chairos se tragan gustosos esos atoles por varias razones, y los repiten como consigna.

Algunos son escasos de neuronas, otros se suman en espera de limosnas de poder, sin que falten los que caminan en el valemadrismo total.

Con la duda de si es burla o chiste sostener dizque con mucha dignidad que los de morena no mienten, no roban y no traicionan.

No les importa que las mentiras sean tan obvias y que las corrupciones están demostradas con documentos oficiales, con audios y con videos, y no se trata solamente actos de fe.

Son desvergüenzas descomunales, con la desfachatez de que ahora sí se combaten y se castigan las corrupciones.

 

EL CINISMO BRUTAL DE QUIEN LIBERÓ A OVIDIO

 

Compartimos un video para demostrar el cinismo descomunal del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En una de las mañaneras, Lopitos casi se pone a llorar porque un juez liberó a Rafael Caro Quintero.

Es muy grave, advirtió, y se preguntó “¿cómo queda el país? ¿Cómo queda el Estado mexicano? ¿Cómo queda el presidente”.

Al borde de las lágrimas y muy indignado, ha condenado repetidamente la liberación de criminales.

Con el detalle por todos conocidos de que López Obrador liberó al “Chapito” Ovidio Guzmán.

La desvergüenza es total, pero le vale.

Al cabo que sobran los tarados que todo le creen.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/altoparlante/.

 

Partida
Juan Manuel Partida Valdez

Comparte