Está completamente claro que los Chapitos se rindieron y que ante los Estados Unidos delatarán a los narco políticos mexicanos.
Retumbó fuerte primero la noticia de que Ovidio Guzmán se declararía culpable, y luego el bombazo de los diecisiete familiares de Joaquín Guzmán Loera que se entregaron a la justicia norteamericana.
Es cuestión de sumar dos más dos.
La negociación de esa facción del Cártel de Sinaloa está a la vista de todos.
Los Chapitos cantarán de lo lindo todo lo que saben, porque primero están ellos y después los demás.
Algunos beneficios conseguirán en sus condenas o como testigos protegidos, y así lo convinieron como el menor de sus males.
El gobierno de Donald Trump engrosará de manera significativa los expedientes en contra de Andrés Manuel López Obrador, Rubén Rocha Moya y montones de morenistas cómplices del narco.
La misma presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tiene una investigación en su contra, hasta ahora reservada por obvias razones.
Caso parecido al del expresidente de la república, que no aparece en la “lista negra” filtrada por el Departamento de Estado.
Tiene sin duda un lugar especial, con la más voluminosa de las investigaciones.
No hay nada que pueda detener a Donald Trump, si se decide a perseguir hasta donde tope a López, a Rocha y a los demás criminales narco morenistas.
Pero ahí está precisamente el detalle, mis apreciados lectores.
El primer mandatario gringo es otro perverso, y no descartemos que prefiera guardarse lo más fuerte para amenazar y chantajear al gobierno mexicano cada vez que se le pegue la gana.
Como sea, las diarreas morenistas son epidemia porque nadie tiene certeza de hasta dónde se atreverá míster Trump, quien ya le agarró cariño a tener como su piñata a doña Claudia.
Rubén Rocha Moya tiembla y cambia a cada rato de pañal, porque sabe muy bien que es un hilo más delgado que los de Claudia y Andrés Manuel.
Al nivel que han llegado las cosas, de muy poco le sirve amenazar que soltará la sopa sobre lo mucho que sabe.
Cualquier cosa que pueda decir la declararán no solamente los Chapitos, sino también Ismael “El mayo” Zambada y los suyos.
No olvidemos que la “Mayiza” ha declarado reiteradamente que Rocha Moya es su enemigo.
Lo acusa de traicionar a “El Mayo” y de asesinar a Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Va por su renuncia como gobernador, o por su “renuncia” en la vida terrenal.
Resulta inconcebible que el chacal de Batequitas siga en el cargo.
Claudia Sheinbaum sabe perfectamente que el gobernador de Sinaloa es un criminal y un asesino.
Lo protege porque es la orden del titiritero, el mejor presidente que han tenido los narcos mexicanos.
Como si faltaran madrazos, un primo y un sobrino del senador sinaloense Enrique Inzunza Cázares fueron declarados narcoterroristas por los Estados Unidos.
El gobierno estatal y todo morena están llenos de mierda.
El chaquetas tiene que estar en la lista negra de narco políticos, porque sin duda es uno de los peores.
Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/altoparlante/.