En la columna de hoy revelamos lo que pidieron nuestros políticos y lo que les entregó Santa Claus.
Que su candidata sea simpática y llegadora, demandó en su cartita Andrés Manuel.
El presidente no entiende si la “X” que llegó como regalo es un tache o un mensaje codificado.
Xóchitl Gálvez anhela que los partidos políticos que la apoyan se acerquen a los ciudadanos.
Colorida tarjeta la que le llegó con el mensaje “Vale por una tonelada de resina”.
Que nadie recuerde su confesión de ser drogadicta, pidió Claudia Sheinbaum.
Le respondieron que las peticiones se hacen desde un árbol de pino, no en plantas de marihuana.
Que Juan Manuel Partida se convierta a la cuatroté, fue el mensaje que Rubén Rocha Moya dejó en el arbolito de la mansión en la que vive y que asegura no es de su propiedad.
Papá Noel contestó que los milagros se le piden a Diosito, pero le precisó que tiene que ser con el de verdad y no con el de los atoles.
Héctor Melesio Cuén Ojeda pidió que el gobierno ya no persiga a su familia.
El barbón vestido de rojo prometió un paquete de paletas con la pregunta “¿de qué sabor las quieres?”.
Un pueblo bueno tolerante con su diversidad y valor para salir del clóset, fue la petición de Enrique Inzunza Cázarez.
Generoso, Santa le mandó doble regalo: un curso de manualidades y una docena de chaquetas.
El de los renos quedó muy sorprendido por la misiva conjunta de acosadores sexuales y abusadores de la cuatroté de Sinaloa.
Deseo común, el de convertirse en candidatos a puestos de elección popular.
Regalo a futuro para Rocha, Inzunza, Juan de Dios Gámez, Tere Guerra, demás delincuentes y cómplices: cigarros y libros de crucigramas, cuando la justicia se les aplique y estén en la cárcel.
Nada pidió quien esto escribe a Santa Claus.
Tenemos, para bien de todos, la esperanza de un México de verdad y de justicia.
Un país en el que no sigan gobernando los cínicos que todos los días nos mienten, nos roban y nos traicionan.
Se requiere para ello del esfuerzo colectivo con el voto de millones de mexicanos que en junio del año próximo salgamos a votar por Xóchitl.
Es la única opción.
Porque es ineludible, hay que mandar a su rancho al tirano genocida y falto de humanidad que con el mayor de los cinismos nos presume que vamos bien y mejor que nunca.
El México de los otros datos, donde los asesinatos, desaparecidos, secuestros y demás delitos son culpa de los que ya no gobiernan.
No será fácil lograrlo, pero por supuesto que podemos.
Démonos este regalo, para bien de nuestros hijos y de nuestros nietos.
Les deseo a todos mis lectores una feliz navidad.
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