La consulta por la revocación de mandato fue un fracaso rotundo que aunque no se admita destrozó el ego y la soberbia de Lopitos.
Al mesías y a sus lambiscones no les quedó más que salir con los otros datos para comenzar ayer mismo a festejar el “éxito”.
De los más de 30 millones obtenidos en julio del 2018, quedan ahora alrededor de 14 millones.
Así entonces, les tronó bien feo a quienes juraban que el presidente tiene entre el 70 y el 80 por ciento de apoyo ciudadano incondicional.
Falta ver hasta dónde llegarán los ridículos de Andrés Manuel López Obrador entre el fingirse muy feliz y agradecer lo mucho que le queremos, y desatar su creciente frustración y su rabia infinita contra el odiado Instituto Nacional Electoral.
Culpar de sabotaje al INE es el atole a repartir, porque ni modo de aceptar que el amor al mesías sigue cayendo de manera estrepitosa en todo el país.
El fiasco de la consulta de ayer cobra magnitudes de escándalo porque el presidente, gobernadores, alcaldes, legisladores y muchos miles de operadores políticos violentaron repetidamente la ley y no pudieron acercarse al objetivo propuesto.
Los abusos de poder y mapachadas sólo sirvieron para que el ridículo fuera un poco menos estrepitoso, y no hay suficiente vitacilina para curar tantos asteriscos rosados, ni alcanzan los kleenex para secarles el llanterío.
HIZO FALTA EL NARCO
Muy lejos estuvo Sinaloa de darle ayer a López Obrador los 624 mil votos con los que Rubén Rocha Moya ganó oficialmente la gubernatura.
La lógica pura nos diría que los sinaloenses quieren menos a AMLO que a RRM, pero el detalle está en la diferencia que existe en ser ratero protegido o ser ladrón vigilado.
Morena y sus aliados no tuvieron ayer el mismo apoyo del narcotráfico, como en junio pasado, y el robo de votos se limitó a decenas de miles.
Ninguna duda hay de que los partidos que integran la cuarta transformación cuentan con respaldo ciudadano, pero muchos de los triunfos electorales que han obtenido son fraudulentos, con cientos de miles de votos robados mediante impunes abusos de poder y el respaldo del crimen organizado.
A RECUPERAR CONFIANZA
Un acuerdo nacional del PRI ordena a sus diputados federales asistir y votar en contra de la reforma eléctrica de morena.
Sobre advertencia no hay engaño, el que no cumpla será considerado traidor y expulsado.
Es una decisión dura que se tomó para alinear a quienes estaban o siguen listos para venderse ante la cuatroté, y para definir ante los mexicanos una postura clara como oposición.
Como que quieren enmendar el camino, luego de tantas cobardías.
Se va a saber.