El Diputado Ricardo Madrid Pérez, presidente de la mesa directiva del Congreso de Sinaloa, presentó denuncia en contra de quien o quienes resulten responsables por cheques extraviados y que ya fueron cobrados.
No señor, me niego a creer que en estos tiempos de la cuarta transformación existan personas con malas mañas, que en los tiempos del conservadurismo se daban con frecuencia, pero que ahora es imposible que puedan existir.
Ricardo debe estar equivocado.
Alguien debe tener otros datos.
En el Congreso no hay rateros y tampoco acosadores.
Ni Diputados o Diputadas se aprovechan de su status para lograr prebendas a las que no tienen derecho.
Eso es cosa del pasado.
Recapacita Ricardo y piensa muy bien las cosas.
Tus compañeros y compañeras son gente muy honorable a las que nada tienen que reprocharles y poner en duda su honorabilidad.
Deben estar por ahí caídos esos documentos y el banco debe estar equivocado con su declaración de cobrados.
No, amigo Ricardo.
Sus compañeros y compañeras son aves que cruzan el pantano y jamás se manchan el plumaje.
“Cien mil pesos no es nada, febril la mirada”
Póngalos de su bolsa y declare cerrado este supuesto affaire. Borre de las constancias del Congreso todo indicio de conductas indecorosas que no caben en tiempos de esta cuarta transformación.
El Congreso tiene cosas más serias en que pensar.
Usted, amigo Ricardo, sería un héroe nacional e internacional, si logra que Feliciano Castro Melendrez y el Rector de la UAS se declaren los mejores amigos del sexenio y fumen la pipa de la paz cargada con bastante mota.
Para qué perder el tiempo con denuncias por cheques perdidos.
Más se perdió en el diluvio y seguimos acomodando calabazas.
Sigue el ejemplo del Diputado Ambrosio Chávez que no quiere saber de cheques perdidos y se va a jugar en ligas mayores, al obtener en Sinaloa la representación de la corcholata Adán Augusto López.
El Diputado quiere ser Senador por Morena y entra de lleno al juego de la grilla nacional y se convierte de golpe y porrazo en refulgente estrella.
Gerardo Vargas Landeros es un presidente municipal con legitimas ambiciones y es uno de los más renombrados aspirantes al Senado.
No pierdas tiempo Ricardo, con denuncias que a nada conducirán, en estos tiempos tan agitados por truenos de calibre grueso.
Logra que Feliciano y Madueña se den un abrazo y entrarás a las grandes emociones de la política estatal.
Cien mil no son nada.
Febril la mirada.
Hasta mañana.
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