Observando y analizando los tiempos políticos que estamos viviendo en México, llegaron a mi mente los recuerdos de mi bella pre- adolescencia.
Aquella etapa de nuestras vidas en que todo problema parecía tener una rápida solución, ya que la plebada teníamos establecidas nuestras propias reglas y códigos de conducta.
Y con mis añoranzas de aquellos días, la imagen del “chango guapo” aquel aguerrido chamaco de nuestro barrio bravo, irrumpió como un relámpago a mi mente.
Era el rijoso, muy bueno para meter manos y pies en la humanidad de aquel que durante los juegos de la época cayera en conflicto de intereses y se viera en la necesidad de enfrentar su furia.
Y ocurrió que un día de tantos, otro elemento del barrio conocido como “El cortadillo” (le encantaban esas piezas de pan), entro en disputa con “El chango guapo”, gracias a una arrebatinga que se generó en un juego de canicas.
Sobra decir, que en pocos segundos el chiquillo aquel, cuyo apodo se inspiraba en el pan triangulado, luego de recibir una rápida tanda de golpes, se alejó del grupo moqueando y pegando de gritos.
Caminaba el “Cortadillo” hacia su humilde morada, cuando en su camino se encontró a su hermano “El Pato loco”, otro valiente del barrio, quien sin mayores preámbulos, lo tomo de una mano y lo condujo de regreso hacia la plebada que desde la esquina seguíamos el desarrollo de la escena.
¿Quién le pego al “Corta”?, pregunto “El Pato” en tono fuerte, valiente y decidido, sacando el pecho y mirando hacia arriba en actitud retadora.
Yo le pegué… ¿Y qué?; Respondió en tono agresivo y retador “El Chango Guapo”.
Viendo que el problema no tenía una solución favorable para su espíritu vengador, “El Pato loco” olvido su intento de castigar al infractor, por lo que, sin soltar de la mano al “Cortadillo, opto por la sana retirada.
Sin embargo, tratando quizá de salvar su orgullo herido, luego de avanzar unos cuantos metros, Pato Loco volteo hacia atrás para decirle al “Chango Guapo”… Si le vuelves a pegar a mi carnalito… “Te voy a hacer burla”.
Fue al parecer, la amenaza de la burla, la sanción o amenaza que al quejoso se le pudo ocurrir, ya que llevar el caso hacia los padres de los rijosos, era tiempo y palabra perdida en aquel barrio bravo.
LOS PARTIDOS… ¿EL CASTIGO DE LA BURLA?.
En la actualidad, la ciudadanía lo percibe, mientras los expertos en la materia jurídica electoral lo confirman de manera indiscutible y contundente.
La lucha anticipada que los Partidos políticos de la Nación han iniciado con miras a las elecciones presidenciales del 2024, no está legalmente sustentada.
Tanto Morena y sus aliados, como el bloque opositor que aglutina al PAN, PRI y PRD, se están brincando las trancas del cerco constitucional, al adelantar la contienda electoral.
Los dos bandos en disputa, optaron por la misma regla del juego político; Es decir, designar a su candidata o candidato a la Presidencia de la Republica mediante una encuesta ciudadana.
Establecieron acuerdos internos para adelantar los tiempos electorales y lanzar anticipadamente a sus mejores cartas políticas a contactar abiertamente con el pueblo y ganarse su simpatía, violando flagrantemente la ley electoral.
Pero de todos es sabido, lo hicieron violentando las reglas marcadas por el Instituto Nacional Electoral.
“Si tu violas la ley, también yo lo hago, parecieran ser las posturas asumidas por los rivales políticos.
¿Y el marco legal que nos rige?… Al diablo con las instituciones, podría ser la respuesta consabida.
No se puede pensar de otra manera, cuando observamos las reglas no escritas que los liderazgos del tinglado político nacional han predispuesto y establecido en su ya declarada guerra electoral.
La violación de las leyes, no solo es un mal ejemplo, sino también un mal precedente para el pueblo de México y el mundo entero.
Y es que el mensaje que con estas posturas se envía al pueblo mexicano es que, las leyes se pueden violar sin problema alguno, y peor aun, que la violación proviene desde los mismos Partidos políticos.
En efecto, los Institutos políticos, esos que designan, proponen e impulsan a ciudadanas y ciudadanos para que a través de una elección democrática representen a las instancias de los tres ordenes de gobierno.
Lo interesante de las cosas, es que para ellos, la violación de la ley electoral, no parece ser un problema que no puedan resolver con el pago de alguna sanción económica… Al fin y al cabo que dinero es lo que les sobra.
Aunque claro, podrían correr el riesgo de sufrir otra sanción… Me refiero a la misma que se le aplico al “Chango guapo”… Es decir, la burla y el descredito de la sociedad.
¿Pero acaso, ello podría importarles a los infractores?…Yo también creo que no. Nos veremos enseguidita.
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