También las cárceles son negocio de Rubén Rocha, sus hijos y el narco.
El penal de Aguaruto, en Culiacán, es el caso más notorio de estas corrupciones que tienen más de tres años.
En un mes de revisiones, se han asegurado gran cantidad de armas de fuego, cuchillos y droga.
Además, cinco sistemas de internet satelital, doce bandas anchas móviles, 18 módems, 15 equipos de radiocomunicación, 160 celulares, 93 chips para celular, cinco codificadores, 62 USB y un disco duro.
La información oficial tras estos operativos refiere que algunos presos viven muy cómodamente.
Muebles de lujo, salas lounge con aire acondicionado; sala de sonido, televisiones inteligentes y pantallas.
Y ni modo que nos digan que meten esas cosas ocultas “en las bolsas de los pantalones”.
La “solución” ha sido la misma, una y otra vez: remover al director y comenzar otra “investigación”.
Las drogas, armas y lujos continúan entrando porque se permite por algunos corruptos que controlan los accesos y por custodios que en realidad trabajan para los criminales.
No se corrigen dos problemas señalados en los informes oficiales: existe autogobierno en el penal por parte de algunos criminales, y no hay suficiente personal para vigilar, prevenir y sancionar.
Precisemos que estas omisiones son con todo propósito: hay que dejar que el negocio siga operando, porque son las órdenes desde el despacho del gobernador.
Se cambia entonces al director de la cárcel luego de un nuevo escándalo, y se repite luego en lo que claramente es un cuento de nunca acabar.
Rubén Rocha Moya se hace el occiso, porque sabe perfectamente que sus hijos están “arreglados” con los malandrines.
Sobre lo que se denomina autogobierno interno por parte de algunos presos, es tolerado oficialmente.
También en la cárcel de Aguaruto se cobra “derecho de piso”.
Se pide a casi todos una cuota a cambio de “protección”, y a los que no paguen los “tablean”.
Sucedió este fin de semana, en el penal de Aguaruto.
Y ni modo de denunciar, porque puede significar un suicidio.
Las autoridades penitenciarias están pintadas, con mandos medios siendo parte de este lucrativo negocio que dentro mismo se admite opera con la protección de los hijos del gobernador.
Así de jodidos estamos, con la familia Rocha Ruiz que roba y asesina impunemente.
LA CRIMINAL DIRIGENTE SINDICAL DE MAZATLÁN
Cuánto “orgullo” deben sentir los trabajadores sindicalizados del ayuntamiento de Mazatlán al tener a una líder que los protege, aunque sean criminales.
Ante Altoparlante han llegado recientemente dos casos con denuncias formales en los que Laura Elena Tirado Aguilar aboga por dos acusados de abuso sexual y robo.
Que no se atrevan a cesarlos, es la exigencia de la dirigente sindical; castigarlos, pues menos.
No es exigencia de respeto al debido proceso, inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
La realidad es que se pitorrea de las evidencias, por pura prepotencia y autoritarismo.
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