Es una reforma Constitucional y necesita la mayoría calificada de la Cámara de Diputados y la del Senado.
No creemos que se quieran colgar, y por tanto, quedan a salvo Instituciones como el INE que tanto le incomoda al presidente de México y el Tribunal Federal electoral que es otra de sus espinas.
Quedarán a salvo también, por el momento, las diputaciones pluri y los Senadores de lista como se les llama al mejor perdedor en las contiendas.
El bloque de “traidores a la patria” como se les llama a los que ponen resistencia a que les bajen los pantalones y les hagan pedazos el “deste”, tendrán que marchar unidos y muy pendientes de las argucias de Andrés Manuel.
En caso contrario, nadie podrá levantar la voz en este País sin ser autorizado desde Palacio Nacional.
PAN, PRI, PRD Y MOVIMIENTO CIUDADANO no dejaron pasar la Reforma Eléctrica. Lo que sigue tiene fundamental importancia para el jirón que aún tenemos de democracia en nuestro querido México.
Necesitamos instituciones independientes, del gobierno de la cuarta transformación, que sean el freno para las insanas intenciones de convertir a la nación en botín de la izquierda intolerante.
Invocan al presidente Benito Juárez cuando les conviene y a Lázaro Cárdenas para endilgarles a los opositores el calificativo de “traidores a la patria”.
En cualquier momento arremeten contra Cuauhtémoc Cárdenas. No les sigue el rollo para adjetivar a los diputados disidentes con esa estupidez diseñada desde la cúspide del poder.
El hijo de Don Lázaro es hombre moderado y no conjuga el verbo difamar, tal y como lo hacen los seguidores del presidente de México.
Preparen armas.
Apunten.
Fuego.
Así es la orden emanada desde las cumbres.
Corresponde a las diezmadas fuerzas de la oposición, mantenerse unidas y no dejar que pase este nuevo capricho.
Los quieren fusilar y enterrar a la democracia que apenas se sostiene.
Necesitan atrincherarse como lo hicieron para darle palo a la voluntad de Manuel Bartlett y Andrés Manuel López Obrador.
La reforma electoral huele a otra Ley Bartlett.
Es especialista en este tipo de enredos y fue quién dio el triunfo a salinas de Gortari sobre Cuauhtémoc Cárdenas.
Abróchense los cinturones de castidad.
Que no les entierren en salva sea la parte el proyecto de
Reforma Electoral.
Necesitan la mayoría calificada y no la tienen.
Es cuanto, señores legisladores.
Hasta mañana.