En este dos de junio, la opción es ser dignos o traicionar a nuestra familia.
Por elemental sentido común diríamos que a todos nos preocupa mucho el presente y el futuro de nuestros hijos y nietos, pero desgraciadamente son muchas las excepciones.
Verdad dura, pero irrefutable.
Sabemos que la cuatroté está llena de rateros, narcos y abusadores sexuales.
Al borde de la locura ver el descaro con el que se burlan del pueblo.
Tres casos, de muchos que hay, sirven como ejemplo de lo anterior.
Enrique Inzunza Cázarez, mejor conocido como el chaquetas, es candidato a senador de morena sin importar que está denunciado penalmente por abuso sexual y pornografía.
Se roba mensualmente más de cien mil pesos como pensión, tras inventar su currículum laboral.
Para el mismo cargo está postulada Imelda Castro, una inservible que nunca ha hecho nada en beneficio del pueblo.
Lo que sí hizo es robarse impunemente muchos metros de banqueta para ampliar el patio de su casa.
Juan de Dios Gámez Mendívil es candidato a presidente municipal de Culiacán, conocido como “el violín” porque está también denunciado por diversos delitos de corrupción y tipo sexual.
Es señalado como narco por la investigadora Anabel Hernández, la del libro “La historia secreta”.
Si a usted prefiere ser gobernado por corruptos, narcos y pervertidos sexuales, su opción es votar por los de la putrefacción de cuarta.
Conmigo no cuenten.
Yo si quiero a mis hijos y a mis nietos, y deseo para ellos un presente y un futuro mejor.
Estoy seguro que los buenos ciudadanos somos mayoría.
Tenemos entonces que acudir a las urnas para expresarnos.
Por un México de verdad y de justicia, contra las mentiras y los otros datos.
Y los partidos políticos de oposición deben organizarse contra las mapachadas que desde ya realizan los cuatreros, y que continuarán durante el día de la votación.
PAZ ELENES DESTITUYÓ A UN SÍNDICO… Y RECULÓ
Desde Badiraguato nos llegan noticias sobre otra ruindad del narco candidato a la reelección por la alcaldía, José Paz López Elenes.
Resulta que el rufián llegó a la comunidad de El Varejonal y “destituyó” como síndico a quien resultó electo de manera legal.
Paz Elenes le dijo a Gilberto Sandoval Armenta que se fuera a su casa, y puso a una señora en su lugar.
Una venganza, porque don Gilberto apoya a una opción electoral distinta.
Pero, lástima Margarito, luego encontraron que no tiene facultades para quitar y poner síndicos.
Vaya, ni siendo presidente municipal en funciones puede hacerlo.
Así entonces, tuvo que recular.
Lo que no pudo evitar fue que se le corriera el rímel, tras tragarse el coraje de no aplicar la destitución.
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