Hablemos de los partidos satélites. De la reforma electoral, sin duda uno de los temas que se lleva la discusión es el de la vida eterna para los partidos pequeños, los partidos satélites como coloquialmente les llamamos, que son aquellos que solo buscan ver con quién van a hacer alianza en las elecciones y que apenitas han estado alcanzando los porcentajes necesarios para seguir existiendo.
Para que un partido político conserve su registro, o sea su existencia y pueda recibir prerrogativas (es decir, sus beneficios como dinero público) tiene que contar con al menos 3% de la votación.
Antes, cuando los partidos iban en alianza, en la boleta electoral ponían a todos en el mismo cuadro y los votos se dividían de manera equitativa entre los partidos. Por ejemplo, si eran tres partidos en la alianza, se le daba 1/3 de voto a cada uno, pero como el número de votos define la existencia o no del partido, la cantidad de dinero público que se les va a otorgar y entre otras cosas la cantidad de diputaciones plurinominales que les corresponden, se decidió desde hace ya varios años que en la boleta electoral se separaran los logos sin importar que lleven al mismo candidato y cada uno tuviera su propio cuadro en la boleta para poder contabilizar puntualmente cuántos votos son para cada quién y así la repartición fuera justa.
Esto para los partidos satélite representa casi su muerte a pellizcos, pues la gran mayoría de la votación se va solo a los partidos grandes y se quedan con su porcentaje real de votos, que generalmente es muy poco. Por ello, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, actuales aliados de Morena, condicionaron el votar a favor del plan B de la reforma electoral del Presidente, declarando que solo lo harían si aseguraban varias iniciativas a la reforma, entre ellas el Partido Verde propuso la figura del candidato común, que vuelvan a presentarse en un solo cuadro todos los partidos que lleven un mismo candidato y entre ellos generen un convenio para establecer cuántos votos van para cada quien y así asegurar su vida eterna. No, pues que tontitos.
Ante la crítica y presión nacional, el Presidente declaró que lo vetaría, o sea le daría reversa si esto lo aprobaban así. Entonces el Partido Verde decidió retirar dicha propuesta.
He aquí la importancia de que las personas estamos atentas de lo que están proponiendo, pues si no hubiera habido presión la propuesta de vida eterna y muchos otros disparates ya los hubieran aprobado.
GOTITAS DE AGUA:
Sí hay que hacer modificaciones en este tema, pero para subir el porcentaje de votación mínima para la existencia de los partidos. Hacen tanto drama y escándalo para conservar su registro y la mejor estrategia siempre la han tenido en sus manos: Hagan las cosas bien, presenten propuestas reales, cúmplanlas y ofrezcan buenas candidaturas.
Tener diferentes opciones en la boleta puede ser positivo. El problema es cuando no importa a dónde veas, las opciones representan exactamente lo mismo y lo único que cambia es el color de su camisa. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos el Lunes”… “Les deseo a todas y todos mis lectores unas felices fiestas decembrinas”.
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