“La Gilbertona”… que tendrá su serie; su funeral… su premonición

El simple nombre de Gilberto Salomón Vázquez, nada, o casi nada nos diría sobre su origen e identidad, a menos claro, que se le agregue el aderezo de su popular apodo “La Gilbertona”.

Nacido un 11 de enero de 1936 en el entonces pueblo de Guamúchil Sinaloa, y fallecido apenas, el pasado 14 de marzo de 2024 en la Ciudad de Culiacán, nuestro paisano, desde el seno de la madre tierra, sigue vigente, y al parecer, seguirá dando mucho de qué hablar en los tiempos futuros.

El popular personaje se había convertido en un fenómeno social, gracias a su peculiar estilo de hablar y decir las cosas con un folklor envuelto en el léxico de nuestros pueblos.

Las diversas plataformas del internet, en donde dejo un espacio muy difícil de llenar, dentro de ese insondable y polémico mundo de la tecnología cibernética, nos lo muestran tal cual fue.

La famosa Gilbertona como él mismo se autonombraba, murió sin saber, y quizá sin imaginar el alcance de su fama alcanzada.

Ello por supuesto, se pudo apreciar en las manifestaciones de dolor, y de solidaridad (Enormes coronas florales nunca antes vistas en un funeral) llegaron hasta su última morada, causando comentarios de todo tipo entre los presentes y también los ausentes.

Los miles de fans de la también llamada “La Gilberta”, alejados de los tabúes, y de falsas posturas sociales, académicas o culturales, la admiraban de manera franca y abierta, relajándose y divirtiéndose con sus espontaneas ocurrencias.

Pero, la realidad nos indica que eran tal vez muchos más sus seguidores secretos, es decir, aquellos que negaban o niegan aun, saber nada del personaje, pero que, desde la secrecía de sus hogares, oficinas y espacios de recreo, tratando de escapar de la crítica mordaz de los pudorosos, mochos, y moralinos, seguían de manera discreta sus aventuras.

Pero, sea como sea, o dígase lo que se diga, los seguidores de Gilberto Salomón, se contaban por millones a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional…Y más allacito de nuestras fronteras.

Murió entonces, La famosa Gilbertona, pero su leyenda, sin embargo, estamos seguros que por mucho tiempo seguirá encantando tanto a sus viejos, como a sus nuevos seguidores, surgidos estos últimos a raíz de su muerte.

Para dar cuenta de la increíble popularidad que distinguió al hoy extinto sinaloense, habría que voltear a ver las vistas, Like y comentarios de los miles de videos filmados, publicados y hoy altamente replicados en los portales cibernéticos.

Por cierto, según un trascendido que llego a mis castos oídos, y mi discreta pluma, al parecer, tras el deceso del protagonista de esta historia de vida, se teje fino sobre un interesante proyecto, que de concretarse podría catapultar aún más el legado de fama que dejo el nativo de Guamúchil.

Se trata, según fuentes no confirmadas, pero tampoco descartadas, de un proyecto que aseguran, ya anida en la mente e inspiración de algunos miembros de la industria del entretenimiento, para llevar su vida al mundo cinematográfico.

Y es que, según comentarios que se han dejado sentir entre la gente ligada estrechamente al músico y compositor Pavel Moreno, promotor y propietario de todos los derechos legales del personaje “La Gilbertona”, existe ya la posibilidad de realizar una serie cinematográfica sobre la vida, origen, trayectoria y lo que fue el triste final de Gilberto Salomón Vázquez.

Creo, que de ser bien diseñada y estructurada la idea, podría esta, convertirse en un proyecto viable y financieramente rentable para los posibles inversionistas.

Y es que, más allá de la pena por el fallecimiento del popular personaje, la posible clientela para un proyecto de cine, ahí está, y ello se pudo ver durante la celebración de su funeral, tanto dentro, como fuera de Sinaloa.

Al final de cuentas, la misma Gilbertona repetía una y muchas veces, que; “En este mundo, lo que cuenta es el pinche dinero”…
Por cierto, ya que andamos con algunas de las incontables frases que el citado personaje citaba de manera recurrente, me llama la atención aquella donde replicaba, que; “El muerto al Pozo y el vivo al gozo”.

Y es que, esta frase fue una especie de premonición de la Gilbertona, ya que, en efecto, su cuerpo quedo en el Panteón del Pueblo El Pozo, Sindicatura de Imala, y en su funeral, la mayoría de los vivos ahí presentes, vivieron el gozo de una fiesta popular.

Cosas de la vida… Nos veremos enseguidita.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/punta-de-lanza/.

 

Armando Ojeda
Armando Ojeda

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