Sobre el Camino

La escuelita de Cárdenas

El proceso de sucesión presidencial se encuentra adelantado y alienta a los morenistas en seis estados donde se decide el relevo de gobernadores.

La oposición no encuentra pies y cabeza, sin una figura de impacto social que aliente la competencia, y si lo hay, no lo dejarían llegar. A mi criterio, no tiene cabeza.

En la década de los sesenta, la izquierda carecía de liderazgo frente a gobiernos de la élite social. En medio del desierto, el expresidente Lázaro Cárdenas evitó el crimen de Estado y también evadió la elección de Estado al introducir una lucha política con el Movimiento de Liberación Nacional.

El régimen de presidencialismo autoritario surgió de la transgresión derivada de los gobiernos sucesorios a partir del “alemanismo” en 1946, que cedieron espacios del poder de la Revolución Mexicana en una metamorfosis paulatina de asimilarnos al modelo estadounidense del “American way of life”

 

Fue una primera integración asimilada bajo el disfraz de confundir, a mi juicio, el bienestar comunitario con la sociedad de consumo sin base fiscal de distribución de ingresos. Así se dilapidó el “desarrollo estabilizador”.

Pese a los incisivos errores del gobierno federal, mi conclusión para que la oposición logre recuperarla es que su ideología exprese los intereses propios del neoliberalismo; se trata de una comparación analógica donde muy probablemente se repetiría su derrota.

De nuestra parte abriríamos las páginas de la historia para extraer una experiencia del pasado como en circunstancias de un vacío de unidad nacional se dio un vuelco para formar un deslinde que enfrentó y derrotó al autoritarismo en el Movimiento de 1968.

La izquierda se encontraba fragmentada y la capacidad transformadora de la Revolución Mexicana se había agotado después del régimen de Lázaro Cárdenas; se enfrentaba una represión de Estado que mantenía sumergidos al surgimiento del derecho social de los mineros de Nueva Rosita, los ixtleros del desierto, la caravana del hambre, el henriquismo electoral, los ferrocarrileros del vallejismo, los maestros de la Sección Novena, hasta el arribo de los estudiantes del M68.

Un antecedente temprano de las protestas sociales contra la represión se dio el 30 de marzo de 1960 al final de una marcha estudiantil contra las medidas policiacas contra la Normal. La manifestación fue convocada por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) cuyo remate final se dio frente a la Puerta Presidencial de Palacio Nacional con la exigencia de entregar un pliego al Presidente. Luego de un breve pero prolongado forcejeo con Guardias Presidenciales, se logró el acceso para entregar dicho pliego que contenía las demandas principales del que serían las demandas estudiantiles del 68, sin afirmar que fueran lo mismo, sino como antecedentes de un hilo conductor en la protesta social que marcó la historia del país.

El proceso histórico de formación de un nuevo imaginario político se inició por iniciativa del General Lázaro Cárdenas, quien junto con el diputado de Argentina, Alberto T. Casella, el brasileño Domingo Vellasco y la chilena Olga Poblete convocaron a la Primera Conferencia Latinoamericana por la Emancipación Económicala Soberanía Nacional  y la Paz el 17 de enero de 1961 en la Ciudad de México, cuya lucha social a realizarse en el futuro inmediato; entre otras demandas se señala: la autodeterminación y soberanía de los pueblos, como una referencia esencial, para lo cual también se requería se desarrollara un movimiento activo a su favor, en lo que se difería un proceso de lucha de vanguardia en beneficio de todos los pueblos del continente.

Como parte del procedimiento de lucha continental, el General Cárdenas consideraba que cada pueblo, según sus propias condiciones, promoviera su camino libertario. En el caso de México era la aplicación de la Constitución.

Al crearse el Movimiento de Liberación Nacional el 5 de agosto de 1961 se plantea como primer punto: “Plena vigencia de la Constitución”. 

 

Una de las primeras consecuencias de la Conferencia Latinoamericana fue evitar que la fuerza militar de Estados Unidos interviniera en apoyo a la invasión de Cuba en Bahía de Cochinos, amenaza que promovió la solidaridad de toda la región continental.

En México se dieron diversas marchas en repudio a la invasión. En la capital se promovió una a la que el General Cárdenas fue invitado por la Federación de Estudiantes Universitarios. En su discurso llamó a la organización: “Que se organice la juventud”, señaló el expresidente.

El 5 de agosto de 1961 se constituyó el Movimiento de Liberación Nacional, dando cumplimiento a los acuerdos de la Primera Conferencia Latinoamericana, que en sus conclusiones destacaba el dar cumplimiento a la Constitución y la libertad a los presos políticos.

La historia del pliego petitorio del 68 fue una lucha de protesta que culminó en la etapa de 1958 a 1968. Durante ese periodo, la bandera que unificó a la oposición fue el respeto a la Constitución y libertades civiles, una demanda que se constituyó en pieza orgánica de la protesta por la insistencia de Lázaro Cárdenas con dicha recomendación, con la cual respondía a todas las inconformidades“organícense” decía, y el pueblo escuchó.

Todavía tardó la respuesta institucional de cambio, en particular las reformas electorales de 1977, que abrieron paso al pluralismo de partidos, al incluir organismos ciudadanos de representación, declarados de interés nacional con los cuales se abrió el Congreso al pluralismo democrático.

GOTITAS DE AGUA: 

Por ello, de Cárdenas es necesario destacar su valentía para encabezar el proceso democratizador, así como la inteligencia política ya que siendo expresidente existía el celo convencional del mandatario en turno de resentir una competencia indebida.

Entre sus preocupaciones, la de los asesinatos entre la clase revolucionaria era manifiesta; solía repudiar la pérdida de gente valiosa para el país.

Por otra parte, evitar el celo presidencial posible a través de diseñar una estrategia de organizar las fuerzas de oposición a través del principio de luchar por sus derechos básicos constitucionales, lo que resultó una derrota al autoritarismo presidencial.

Cárdenas civilizó la lucha política y democratizó la contienda electoral, “evitó el crimen de Estado” y “evadió el partido de Estado”. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…

 

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/sobre-el-camino/

Benjamín Bojórquez Olea

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