La carta del “Mayo” y sus imprecisiones, y el video de la fiscalía de Sinaloa

= Y parecían dos hechos aislados entre si.
= Claro intento de involucrar al gobernador
= Espaldarazo a Rocha por AMLO y Claudia
= Agresión directa a Cuén; no intento de robo

 

Lejos de aclarar las cosas, la carta aparentemente firmada por Ismael Zambada y hecha circular por su abogado Frank Pérez, nos deja todavía mas dudas que precisiones a partir de hechos en el documento relatados que no ocurrieron precisamente como los reseña y sostiene el ahora detenido por la justicia de los Estados Unidos.
El intento de involucrar al gobernador Rubén Rocha Moya y a Héctor Melesio Cuen Ojeda es evidente, sin embargo.
Cuén Ojeda, em pero ya está muerto (asesinado la noche del mismo jueves 25 de julio) y no puede defenderse; pero Rocha Moya sí y eso fue justamente lo que lo hizo al demostrar que en ese fatídico día había viajado, a primera hora, a la ciudad de los Angeles, a fin de disfrutar de unos días de asueto, al amparo del periodo vacacional de verano para los trabajadores al servicio del gobierno de Sinaloa.
Ya en California, el gobernador se enteró de la tragedia, horas después del arribo a la ciudad; remitió sus condolencias a la familia de la víctima a través de sus redes sociales y al día siguiente, a primera hora, regresó a Culiacán, para mantenerse personal y directamente al tanto de los acontecimientos.
Y en efecto, la carta rubricada por el “Mayo Zambada” no menciona que Rocha Moya estuviese presente en su encuentro con Joaquín Guzmán López; pero si establece que el acuerdo original consistía en un diálogo con él y con Cuén Ojeda para contribuir a una solución en el conflicto entre el gobierno del Estado y la Universidad Autónoma de Sinaloa, en su condición de actores estelares de la obra en cuestión.
Y ¿por qué el “Mayo” tendría que fungir como mediador en un problema ya de inaplazable solución entre gobierno del Estado y la UAS?
Bueno.
Por un lado, puntualizar, primero, que Rocha sostiene que el jamás fue convocado a una reunión de esta naturaleza; que no tenía por qué habérsele invitado y que de haber sido así no hubiese hecho acto de presencia, bajo ninguna circunstancia ni condición.
-A Zambada -dijo- le tendieron una trampa y cayó en ella.
Y a la inquietud de ¿por qué el “Mayo” tendría que intervenir en un conflicto de tal índole? Rocha respondió con posicionamiento corto pero concluyente: “los problemas entre instituciones, deben ser resueltos por las propias instituciones”.
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La defensa de Rocha tuvo lugar el sábado próximo pasado, escasas horas después de la masiva difusión del documento y casualmente ante el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quienes justo ese día estuvieron en Culiacán a fin de inaugurar -ahora sí – el nuevo Hospital General de Culiacán.
Fue una postura firme la de Rocha, a través de una pieza de oratoria, pocas veces escuchada, incluso ni en sus mejores tiempos de líder estudiantil, dirigente universitario y candidato de causas, en aquellas épocas, irremediablemente perdidas. Un discurso vigoroso, claro, que le mereció el aplauso del público ahí presente; el reconocimiento de presidente y presidenta (electa) y el respaldo incondicional, reiterado en la conferencia Mañanera de AMLO de este lunes 12 de agosto.
Un posicionamiento reforzado por el mismo mandatario en su semanera, también de este lunes, sin aportar más elementos y con la advertencia de no abundar más en el caso, en tanto no se conozcan mayores detalles en la investigación de la Fiscalía Estatal de Justicia o bien de la Fiscalía General de la República, que ya está por hacerse cargo del asunto a petición del propio gobernador de Sinaloa.
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En cuanto a Héctor Melesio Cuén Ojeda, lamentablemente, ya está muerto. Ya no puede defenderse y lo que “cala” es que tampoco han salido en su defensa ni tan siquiera aquellos íntimos amigos a quienes benefició generosamente a lo largo de sus 19 años de férreo control de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
La carta del “Mayo” termina por enlodar más la memoria de Héctor Melesio al especificar que lo saludó, de pasadita, al hacer su arribo al sitio de la reunión; pero las imprecisiones en el documento, recomiendan no creer del todo en el relato de Zambada y su abogado.
Y es que sostiene, por ejemplo, que a Cuén lo asesinaron a la misma hora y en el mismo lugar de su secuestro, contra la hipótesis de la Fiscalía local en el sentido de que Cuen fue atacado a balazos a eso de las 10 de la noche de ese día en una gasolinera ubicada al norte de la ciudad, sobre la carretera federal 15 a la ciudad de Los Mochis, al oponerse a un intento de despojo del vehículo conducido por su acompañante.
Bajo esta circunstancia, la Fiscalía General del Estado tuvo que salir a los medios la tarde del lunes para defender su teoría (la del robo de la unidad) y mostrar incluso un video inédito en su poder, grabado por las cámaras de seguridad de la estación de combustible, en el cual se aprecian, con cierta claridad los principales puntos de la agresión.
Con esto la fiscalía local echó por tierra la versión del “Mayo” en cuanto a la muerte de Cuén e insistió en su hipótesis; pero, en ese afán, abrió una duda mayor.
El video no da ningún elemento para presuponer un intento de robo de la camioneta y si más de alguno para suponer que se trató de una agresión directa contra Cuén, que se desarrolló en cuestión de segundos, antes de que los sicarios huyeran con rumbo desconocido y que la persona que transportaba a Héctor Melesio emprendiera una desesperada carrera contra el tiempo y hacia un hospital de nuestra ciudad.
En resumen, en este aspecto, una falacia la plasmada en ese documento, algunos de cuyos contenidos no hay por qué asumirlos como verdad irrefutable; pero que la Fiscalía al intentar rectificarlo, atenta contra la fortaleza de su propia teoría.
Evidentemente no fue un intento de robo, sino un ataque directo contra Cuen y ahí está esa prueba, aportada por la propia Fiscalía.
La hipótesis del asalto, en efecto, se viene abajo inevitablemente; pero ya se había advertido que no sería ésta la única línea de investigación sino que se seguirían algunas más, tan luego como se obtuvieran mayores elementos, propios de este trabajo, que al parecer -junto con lo del tema del “Mayo Zambada”- pasarán a manos de la Fiscalía General de la República.
El secuestro del “Mayo” y el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, dos acontecimientos coincidentes en el mismo día; pero que parecían no tener ninguna relación entre sí y que sin embargo se concatenaron de una manera tal que han terminado por acaparar en los últimos días la opinión pública nacional e internacional y que coloca a Sinaloa como el epicentro de historias de esta naturaleza.
Pendientes.
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Y hasta aquí por hoy. Nos vamos ya. Cuídense mucho y Dios los bendiga. Ahora y siempre.

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Jorge Luis Telles
Jorge Luis Telles Salazar

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