Altoparlante

Jesús Madueña y un rectorado de pesadilla

Visos de tormenta en la UAS para Jesús Madueña Molina y un rectorado de pesadilla.

Al interior de la rosalina institución crecen de manera significativa los repudios en contra del rector.

Nadie les cree a los aplaudidores y lambiscones uaseños las cantaletas de que la universidad vive sus mejores momentos.

No existe la tan cacareada unidad, porque se sostiene en los abusos de poder y en los miedos que muchos tienen de quedarse sin chamba.

En público imperan los silencios por temor a represalias, pero en lo privado comenzaron a hablar ante algunos periodistas y medios de comunicación.

Aportan nombres y documentos con fuertes acusaciones de que la Universidad Autónoma de Sinaloa es pisoteada sin descanso.

Por un lado los arrodillamientos ante Rubén Rocha Moya, y por otro una nómina con montones de aviadores, ilegalidades y abusos.

La indignación es enorme, incluso entre algunos de los altos funcionarios recién nombrados.

A Madueña ni siquiera lo quieren los adoradores del gobernador, aunque tienen la instrucción de simular que todo va de maravilla.

A los enemigos internos hay que agregar los adversarios externos generados por el propio rector.

No queda claro si a Madueña le vale, o si no entiende que no entiende.

Aparte, es mofa de todos los días que Juan Charrasqueado le da bola al rector.

Posible divorcio en puerta, por lo insoportables que resultan tantas humillaciones.

La exigencia de que en los eventos ya no se le nombre con el apellido de casada.

Son muchos los dramas y los escándalos en camino.

A Madueña no le queda más que el control de daños, porque no puede evitar lo que viene.

El problema es que además de que no entiende, no quiere entender.

Vive feliz con los atoles privados y públicos de sus paleros, principalmente los de Radio UAS.

Se siente intocable, porque cree tener todos los controles internos y porque cuenta con la protección y la complicidad del chacal de Batequitas.

Por eso sus descaros y sus valemadrismos.

Pero no puede callar a todos; si no corrige y si no concilia, su rectorado terminará en el excusado.

Con la precisión de que hay ilegalidades y abusos que son imposibles de corregir por completo, y por sus insultantes arrogancias hay conciliaciones complicadísimas de lograr.

Porque no todo mundo, como él, carece de dignidad y de principios.

La pesadilla comenzó, y algunos universitarios advierten que irán con todo y hasta donde tope.

 

NI LOS DE SU COMUNIDAD QUIEREN AL ALCALDE

 

Muy ilustradores los abucheos contra el alcalde de Culiacán durante la marcha por el orgullo gay.

Ni los de su propia comunidad lo quieren.

Por eso resultan para matar de la risa las “encuestas” según las cuales Juan de Dios Gámez es muy querido por los culichis.

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Partida
Juan Manuel Partida Valdez

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