Es indignante la complicidad de nuestros gobiernos con el Ejército asesino.
Por lo menos dos homicidios en el culiacanazo dos, y por lo que se ve quedarán en la más absoluta impunidad, con los valemadrismos y las simulaciones de siempre.
Don Yoyo, de más de ochenta años, fue asesinado por militares que se metieron a su casa en la colonia Hidalgo.
Con el mayor de los descaros, nuestras autoridades alegan “falta de información”; que no se sabe qué es lo que pasó, bla, bla, bla.
Ángel Eduardo, agente de la policía estatal, murió víctima de los disparos desde un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional; otros doce agentes resultaron heridos.
El gobernador Rubén Rocha Moya expresó en la semanera de ayer sus condolencias.
Se elude que fue asesinado por militares, porque al Ejército es intocable.
Hemos visto a muchos niños y jóvenes asesinados, con la impunidad como constante.
Demostrado está que no se hace nada y que en unos pocos casos hay castigo sólo de palabra o una pena ficticia.
Yoyo y Ángel Eduardo son dos víctimas recientes, pero pueden ser más.
Pobladores de Jesús María aseguran que hay muchos desaparecidos.
Imposible rechazar esa posibilidad.
Ha imperado el primero disparen y luego averigüen.
No somos negativos, sino realistas.
El Ejército es una institución gloriosa que durante las últimas décadas ha perdido respeto por culpa de gobiernos que han solapado sus ilegalidades y sus abusos de poder.
Por eso la exigencia creciente de que nuestros militares se dediquen a lo suyo, sin meterse a labores de seguridad pública para las que no están capacitados.
Que no haya ninguna complicidad con el ejército asesino.
Parecen gritos en el desierto, lamentablemente, porque hoy más que nunca las complicidades oficiales son tremendamente desvergonzadas.
CARLOS SLIM DEJARÁ DE SER EL MÁS RICO
Cuánta furia se ha desatado en contra de este columnista por las noticias y artículos en los que se exhiben ilegalidades y corrupciones cometidas por gobernantes de la cuarta transformación.
No es novedad el hecho de las descalificaciones y los insultos, pero sí la intensidad que han cobrado.
La reiterada cantaleta de atacar al mensajero porque no se puede rebatir el mensaje.
Es tanto el dinero que supuestamente ha ganado quien esto escribe por la publicación de muchas “mentiras”, que poco nos debe faltar para tener una fortuna mayor a la de Carlos Slim.
JOE BIDEN ATOLIZA A LOS CHAIROS
Festeja la chairiza a todo lo que da que el presidente gringo Joe Biden haya llegado a México en su vuelo usando el “Felipe Ángeles”.
Se ha demostrado, dicen, que es un aeropuerto chingonsísimo, hasta el infinito y más allá.
Ternuritas.
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