Imposible de creerlo y no es mentira

El sábado pasado batallé para lograr el servicio de los llamados “DIDIS” y cuando al fin acudió uno de ellos, me pidió que utilizara el asiento delantero, lo cual me causó extrañeza, pero fue el mismo conductor el que me aclaró el punto.

“Estamos amenazados por la guerra de los Mayos y Chapitos y nos advirtieron que nos quemarían las unidades si salíamos a chambear”

“Somos muy pocos los que nos arriesgamos”

“El carro es de mi propiedad y es muy grande la necesidad para llevar de comer a mi casa”

“Agregó que la inmensa mayoría de los “didis y ubers” de Culiacán son de uno de los grupos de la delincuencia organizada”

Por eso quieren quemarlos los contras.

¡Ah caray!, fue mi comentario.

Guardé un temeroso silencio y solo descansé cuando llegué a mi destino. Le di mi bendición silenciosa después de pagarle.

Lo de viajar en la parte delantera junto al chofer fue para que pareciera un auto particular y no de servicio público.

Mi camioneta sigue guardada en mi cochera y quien sabe hasta cuándo me llegará el valor para liberarla del encierro.

Pronto cumplirá los tres meses sin usarla.

No importa, es preferible pagar por el transporte y de esa manera evito un desaguisado que me puede costar la vida.

Los que despojan del vehículo son gente armada y sin cargos de conciencia en caso de balearnos.

Pero surgió esta amenaza y espero que sólo quede en eso y seguir contando con los servicios de estas unidades.

Es terrible lo que nos sucede por causa de la entrega del Mayo Zambada.

Jamás desaparece el miedo personal de convertirme en víctima colateral o que les suceda a uno de mis familiares o amigos.

Se anuncian grandes cantidades de soldados, marinos y guardias nacionales que llegan a Sinaloa y en particular a Culiacán, pero no percibo o percibimos una mejoría en nuestra tranquilidad.

Pareciera que son invisibles y no muestran la garra en el combate a los grupos delincuenciales en pugna.

Soy un convencido ciudadano del valor y necesidad de las instituciones de gobierno pero exijo a cambio que cumplan con las funciones que le son encomendadas por nuestras leyes y nos den la paz que requerimos para nuestras familias.

Omar García Harfuch sabía desde hace mucho tiempo el papel que jugaría en el gobierno de Claudia Sheinbaum.

Necesitamos que cristalice su planeación.

Lo pido para Sinaloa y en especial para Culiacán.

No puedo seguir escondido en casa y quiero respirar el aire fresco de las mañanas y tener la seguridad que volveré sano y salvo a casa.

Haga lo que tenga que hacer, no me importa qué medios utilice para lograr nuestra tranquilidad.

Se lo agradecerá Sinaloa.

Sobre todo Culiacán.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

Comparte