Mientras de frente tiene a un gobernador como Rubén Rocha Moya, quien ha resultado ser desconcertante para propios y extraños, en Sinaloa se fragua ya la figura de un opositor político de quien hasta el momento, lo menos que se puede decir, es que ha sido valiente, prudente y paciente, ante el embate de su principal oponente, que es el propio mandatario estatal.
Señalado desde el oficialismo –y de manera súbita o inesperada- de encabezar una supuesta mafia de intereses y “orígenes oscuros” para apoderarse del control de la universidad pública local de Sinaloa (la más antigua y de más tradición, la UAS, Autónoma de Sinaloa), el maestro en ciencias y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda, líder moral y fundador del Partido Sinaloense (PAS) –uno de los partidos locales con más crecimiento y presencia regional del país– se yergue sereno ante los terribles señalamientos y continúa trabajando con la discreción y la certeza de ser ajeno a la mezquindad que le atribuyen, pero sobre todo, con la tranquilidad de estar “en el lado correcto de la historia”.
Sigue llevando Cuén Ojeda a todos los confines del territorio sinaloense, los servicios de atención ciudadano más urgentes y de manera gratuita, con voluntarios –se hace la aclaración-, prestadores del servicio social, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que en algunos casos son recibidos como auténticos enviados divinos por la importancia de los servicios que prestan: de carácter médico, de asistencia jurídica, atención psicológica, oftalmológica y de capacitación para el trabajo entre otros. Hace algunos días reforzó el servicio de asistencia jurídica gratuito en todo el Estado de Sinaloa.
Y todo eso le despierta un prurito de “incomodidad”… o quizá de “celo político” a quien es el dirigente real de Morena en Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya, también exrector de la UAS como Héctor Melesio Cuén Ojeda… pero sin duda, sin esos alcances.
Y es que Morena en Sinaloa no ha podido integrar una “fuerza real”, propia y genuina de lo que representa: no tiene ni oficinas propias donde recibir a los militantes.
Según la sabiduría popular sinaloense, Morena ha ganado por el apoyo deliberado de “las fuerzas oscuras” que han operado el día de las elecciones, de manera artera y desvergonzada.
Por lo menos Héctor Melesio Cuén Ojeda, ha competido apegado a las formalidades legales impuestas por la normatividad y ha sabido influir en algunos resultados, escogidos de forma “quirúrgica”, como el pasado resultado de 2021 en el municipio de Culiacán, donde el candidato de Morena (en alianza con el PAS), Jesús Estrada Ferreira, obtuvo más de 24 mil votos, que reforzaron su victoria frente al candidato Jesús Valdés del PRI, que obtuvo casi la misma votación obtenida por Morena, estimados en 140 mil sufragios. Además obtuvo 6 de los 18 municipios que tiene Sinaloa, 9 de los cuales los ganó Morena; del mismo modo, ganó 6 de los 24 distritos locales; un resultado nada despreciable, aunque proporcional y que se quedó corto frente al enorme trabajo desplegado, por sus brigadas de promoción al voto legítimas, a lo largo de todo el año… haya o no proceso electoral en la entidad.
Se podría decir que el PAS es una gran escuela de civismo y ciudadanía.
Ni hablar, esto es política, una de las formas que tiene la guerra quizá, pero llevada al plano de la confrontación de las ideas, las razones y la fuerza de las leyes.
Sea como sea, Melesio Cuén, ha resultado tener más estatura moral que el propio gobernador Rubén Rocha Moya, quien de haberlo convidado al inicio de su sexenio a encabezar la Secretaría de Salud local, lo terminó “despidiendo” materialmente, en un acto de humillación sin precedentes, pues ambos fueron rectores de la Universidad y se conocen desde hace muchas décadas… incluso más de alguna lucha en defensa de la Universidad pública y quizá de la izquierda naciente y hasta clandestina de aquel México y aquel Sinaloa de los años setentas, los unen a ambos personajes.
Sin embargo, este Rubén Rocha Moya empoderado, soberbio y con aires de divinidad, influenciado sin duda alguna por quien gobierna México en este momento, indiscutiblemente hoy está irreconocible.
No se vé por ningún lado a aquel joven líder sindical de los maestros universitarios que era un convencido y probo “demócrata”.
Hoy, lo menos que hace es maltratar públicamente a los reporteros de la fuente y emplazarlos a que “si no están de acuerdo con sus formas de comunicar a la población… que se desistan de sus convenios de publicidad suscritos con la Dirección de Comunicación Social de su gobierno. Una actitud por demás humillante… no se vale invitar a alguien a tu casa, para humillarlo y exhibirlo públicamente.
Es un Rubén Rocha Moya que engaña, no sostiene su palabra y viola inmisericordemente.
Ayer, violentó nueva e inmisericordemente la ley:
En un megaconflicto que tiene con productores agrícolas de maíz, producto del cual Sinaloa es el principal productor nacional y que se han instalado en su protesta en el aeropuerto Internacional de Culiacán, les mandó decir que les ponía una condición “si se manifestaban y continuaban en la toma del inmueble aeroportuario, no les compraba Gobierno del Estado el maíz”, lo que es una flagrante amenaza al artículo 9 constitucional, que resguarda la libre asociación para manifestarse pública y pacíficamente.
Por eso es que ya desde ahorita, cuando faltan por lo menos 3 años para la definición de candidaturas a gobernador en Sinaloa, ya se perfila quien puede ser un serio prospecto para suceder a Rubén Rocha Moya… y es sin duda Héctor Melesio Cuén Ojeda, del Partido Sinaloense (PAS), quien, desde luego que tiene serios competidores que desde hoy se vislumbra también, como el propio senador Mario Zamora Gastélum del PRI, quien es un serio prospecto a repetir la candidatura a gobernador en 2027, gracias también a un trabajo serio y comprometido.
Y es que Melesio Cuén está –se insiste- del “lado correcto de la historia”… ha sido un prudente y leal promotor en Sinaloa de los afanes del aspirante a la nominación presidencial morenista, Adán Augusto López Hernández… auténtico “caballo negro” de la contienda interna de Morena y as “bajo la manga” del presidente López Obrador.
Hoy que son “tiempos de definiciones”, según la filosofía de López Obrador y repetida hasta el cansancio por Mario Delgado, dirigente nacional morenista, mientras Rubén Rocha… “derrocha” ingenuidad política y recursos públicos atendiendo en “igualdad de circunstancias” a todos los aspirantes de Morena a la candidatura que visitan el Estado, pretendiendo quedar bien con todos… y con ninguno a la vez. Cuando se empiezan a develar ya algunos rasgos de la ideología localista y la mentalidad patrimonialista de López Obrador, que terminarán en su delirio, de optar por nominar a alguien por demás cercano y parecido a él mismo y su proyecto, como lo es Adán Augusto López Hernández.
De antemano, también vemos que uno de los senadores por Sinaloa, que resultará elegido en la próxima elección de 2024, sería muy seguramente Héctor Melesio Cuén Ojeda, del PAS.
En el caso de Culiacán, es mano Sadol Osorio Porras.
El popular regidor de filiación panista, Sadol Osorio Porras, hijo del legendario y ya desaparecido exalcalde y comerciante de Culiacán, Sadol Osorio Salcido, se perfila también para encabezar una candidatura a la alcaldía de Culiacán, por parte de la Alianza Opositora ‘Va por México’, que sin duda resultaría ganadora hoy por hoy, ante la ausencia de líderes auténticos e interlocutores de la sociedad que digan las cosas que afectan a la población con valor y de frente a la realidad.
Y es que además Culiacán, como ciudad y como municipio, necesita de una autoridad que esté informada del fenómeno de la inseguridad pública y que conozca el sentir de los agentes policiales, desde su perspectiva como trabajadores, como padres de familia, como integrantes de la sociedad en términos generales.
Nadie mejor que el exsubsecretario de Prevención, Planeación y Desarrollo de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Sinaloa, Sadol Osorio Porras, para esta titánica tarea.
El carismático político demostró tener durante aquel encargo, la empatía y el carácter suficiente para, desde su área, proponer y desarrollar políticas preventivas del delito y algunas otras que eran embrionarias de la ingobernabilidad en cualquier entidad del país.
No obstante que a Osorio Porras y a la gran mayoría de funcionarios de aquella secretaría en tiempos del gobernador Malova, ni Frank Córdova el secretario, ni el secretario General de Gobierno de la época, Gerardo Vargas, los querían; los veían con recelo y los trataron con frialdad –aun cuando habían trabajado en campaña como operadores y les correspondía una parte de la victoria malovista- razón por la que el equipo del hoy alcalde de Ahome, Vargas Landeros, les hizo “la vida de cuadritos”… pero el profesionalismo de Sadol y una actitud empática y colaboracionista en todo momento, propiciaron que hubiera notables resultados y que las corporaciones dependientes de aquella Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, recibida de la administración de Jesús Aguilar Padilla en términos deplorables (con una baja moral colectiva, desgarbados, sin uniformes, malpagados y sin estímulos) pronto llegaran a consolidarse como una de las policías mejor pagadas y estimuladas del país.
Así entonces, la vida y el tiempo ponen a cada quien en su lugar; así mismo, la capacidad y la actitud terminan por imponerse en la actividad política. Sadol Osorio Porras está vigente y por el contrario… muchos de los malovistas de entonces, desafortunadamente, ya no lo están.
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