Para ser un buen gobernante y hacer un buen gobierno, Firdaus Jhabvala refiere que un líder o gobernante debe tener seis atributos indispensables: un discurso inteligente, imaginación, concatenancia, buena memoria, conocimiento de la ética y conocimiento de la política.
Pocos gobernantes entienden que la política es unión, y el poder es para servir a la sociedad que representan, para resolver los principales problemas de la gente, facilitar las actividades económicas, proteger el medio ambiente, mover las estadísticas, impulsar el progreso de los pueblos y, transformar realidades sociales lacerantes como la pobreza y la desigualdad.
Muchos actores políticos se sienten dueños de la verdad absoluta, no aprendieron a escuchar otros puntos de vista. Una vez instalados en el poder se transforman en una persona distinta, creen que serán eternos y piensan que pueden hacer y deshacer a su antojo con un minúsculo grupo de subalternos.
Creo en la verdadera política, la del servicio a los demás, la que está por encima del interés y ambición personal, en la que se cumplen los compromisos que se establecen y se valora la lealtad. Al margen de ideologías, considero tener la capacidad para reconocer cuando alguien hace bien las cosas y decirlo; y también cuando las hace mal.
Considerada la “Perla del Pacifico”, Mazatlán, Sinaloa, ya se necesita un cambio radical en la administración pública, pues la falta de un gobernante itinerante y propulsor de la agenda económica, no esperar que solo el mandatario estatal acuda a la federación a rasurar recursos para enriquecer la infraestructura del puerto, sino que también el mandatario estatal necesita de un alcalde que también le abone al municipio “Pata Salada”. Guillermo Romero Rodríguez es la ideal opción para Morena en el Puerto Mazatleco, para gobernar uno de los principales puertos turísticos del país.
Conocí a Guillermo Romero Rodríguez hace más de doce años, he hablado con él en no más de diez ocasiones, en donde también hemos compartido el pan y la sal en más de una ocasión. Es una buena persona y desde que asumió el cargo de secretario general de (CONCANACO) – Servytur – y desde que falleció mi querido padre hemos tenido muy breve comunicación, en pocas palabras, las circunstancias y condiciones han tomado caminos diferentes, pero coincido en Memo Romero, un empresario reconocido y no tanto político, más llano y ciudadanizado.
GOTITAS DE AGUA:
Los amigos de Memo Romero han aprendido a reconocer sus virtudes o circunstancias de los demás. Y para evitar algún sesgo en la valoración hecha en esta columna, recordaré al amigo empresario como un hombre sencillo y exitoso, que respeta distintos criterios e ideologías, pero siempre apegado a la técnica y buenas costumbres, y que, además, cuenta con el apoyo de muchos destacados políticos de talla nacional, además, del respeto mutuo con el actual mandatario estatal de mi querida entidad sinaloense.
Insisto, Memo Romero es el candidato ideal para Mazatlán y, desde luego, para Morena, pues un buen gobierno es aquel que cuida y mantiene la seguridad, la convivencia, la civilidad y gobernabilidad de la sociedad. Un gran gobierno es el que además de garantizar la seguridad, impulsa la economía y el desarrollo productivo de los gobernados, cambiando los indicadores establecidos. Pero la aspiración superior del ejercicio de gobierno debe ser dejar un legado para la posteridad. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
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