Gobierno genocida que no se cansa de asesinar

Qué tragedia, confirmar cada día que el gobierno genocida de la cuatroté no se cansa de asesinar inocentes.

Lopitos a la cabeza, con montones de cómplices muy irresponsables y muy desvergonzados como es el caso de Rubén Rocha Moya en Sinaloa.

El drama que sufrimos en nuestros hospitales públicos cobra vida con nuevas manifestaciones de personal médico y la novedad de que tampoco cuentan con aires acondicionados.

Faltan medicinas, tratamientos, utensilios básicos, equipos y muchas cosas más.

Los trabajadores, enfermos y familiares tienen que sufrir además las altísimas temperaturas.

Ya están hartos de ver autoridades a las que les importa pura madre el pueblo.

El repudio a esos funcionarios incompetentes y valemadristas que se la pasan prometiendo y falseando la realidad que vivimos.

Y es que frente a estas infamias, encontramos siempre los otros datos de un presidente de la república terco en que la salud pública está al parejo que la de Dinamarca, y puede que hasta mejor.

En Sinaloa, un gobernador cómplice que se burla todos los días de los sinaloenses.

Cientos de miles de mexicanos han muerto por las corrupciones disfrazadas de austeridad.

Y morirán muchos más, porque el problema empeora.

Un sistema de salud que desapareció casi por completo el esquema de vacunación infantil, con los muy altos riesgos para la salud y la vida de nuestros niños.

Son pocos los que protestan, porque el solo hecho de pensar diferente implica ser víctimas de ataques en todo el país.

Lo sufrieron los padres de pequeños enfermos de cáncer, calificados por el gobierno como “golpistas”.

Andrés Manuel es el peor asesino de la historia en nuestro país.

Y el más cínico, con sus atoles de “vamos requetebién”.

 

EL CÍNICO Y DESVERGONZADO ROCHA MOYA

 

Rubén Rocha no canta mal las rancheras.

Se pitorrea de lo lindo sobre la salud y la vida del pueblo que dice gobernar.

La misma desvergonzada cantaleta de que todo va de maravilla, mientras miles de familias lloran la muerte y desaparición de sus seres queridos.

Subrayemos una de las peores canalladas que pinta de cuerpo completo al jefe del ejecutivo estatal: su complicidad con corruptos y abusadores de mujeres servidoras del bienestar.

Y todo porque uno de esos delincuentes es su ahijado, Juan de Dios Gámez Mendívil, que nos impuso como presidente municipal de Culiacán.

Este es el Sinaloa que ahora padecemos, con un gobernador que pisotea la ley para perseguir inocentes y proteger criminales.

La justicia vendida al poder político y al dinero, con el camisa rosa Enrique Inzunza Cázarez como capo mafioso coordinador de la fiscalía y de los jueces.

Nos mortifica ver encuestas locales en las que Morena aparece con una amplia ventaja en las preferencias electorales.

Inevitable preguntarnos si de verdad sigue habiendo tantos tarados en Sinaloa.

Esperemos que no.

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Partida
Juan Manuel Partida Valdez

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