Feliciano… Escape perfecto

El reconocido político sinaloense Feliciano Castro Meléndrez, se había convertido en un hombre triste, apesadumbrado, desangelado, y sin mucho brillo.

Así se le había observado desde la culminación de su periodo legislativo en el congreso de Sinaloa, donde fungió como Presidente de la JUCOPO.

Fue el 2 de octubre de 2024, cuando el ex Diputado fue llamado a ocupar el cargo de Secretario General de Gobierno de Sinaloa, con funciones específicas de Vocero oficial de Seguridad pública.

No me cabe duda que fue el encargo de portavoz del gobierno en materia de seguridad pública, lo que originó en Feliciano el desencanto que nunca pudo ocultar.

Bastaba con verlo encarar a la prensa, para ver a un Feliciano cansado, desvelado, fastidiado, irritado, rígido, sufrido y poco expresivo.

Pero, después de un año de aguantar, y fungir más como vocero de seguridad, que como Secretario General de gobierno, Feliciano logra lo que podría llamarse el “escape perfecto”.

Logró que su amigo el Gobernador Rubén Rocha Moya decidiera sacarlo del incomodo papel de vocero oficial de seguridad, para entregarle la estafeta de Secretario de economía del gobierno de Sinaloa.

Un cambio muy significativo, de alta honra para Feliciano y sin duda una muestra del reconocimiento del gobernador al estoico aguante y lealtad de un amigo.

Por eso, no podemos menos que reconocer, que el nuevo rostro de Feliciano es hoy muy distinto al que le habíamos observado durante su desempeño como vocero de seguridad pública.

Esos rasgos del antes y después del cambio de responsabilidad en el gabinete de Rocha Moya distan mucho uno del otro.

Feliciano a partir de su función como Secretario de economía nos muestra un rostro alegre, activo, dinámico, entusiasta y con grandes deseos de demostrar a propios y extraños que sabrá honrar y cumplir cabalmente la nueva encomienda del gobernador.

Y es que, se dice que a Feliciano prácticamente le habrían arrebatado la esencia gramatical de su identidad civil.

Es decir, desde la vocería de seguridad Feliciano no era feliz.

Y además, le habían pegado a lo Castro de su primer apelativo, a haberle castrado el gusto de poder servir desde una trinchera acorde a sus deseos e historial político.

La otra estocada, de alguna manera le pegaría en el Melendrez, de su tercer apelativo.

Con respecto a este último caso, se especula que para salir todos los días a detallar puntual y éticamente los pormenores de la cruenta guerra “Internarca” que se libra en Sinaloa, prácticamente requería del uso de MELINDRES.

Por esas y otras razones, con la motivación del cambio de estafeta en el gabinete, Feliciano Castro Melendrez está siendo ya la revelación en materia de efectividad y resultados en el gabinete de Rubén Rocha Moya.

Diversas acciones ya anunciadas y otras por anunciar, están dando de qué hablar en cuanto a resultados efectivos se refiere en la Secretaria de economía.

Por cierto, habría que haberlo visto en el evento donde al cierre de la FILA, Feliciano presentó su nuevo libro titulado “Pablo Neruda en Sinaloa” para entender la felicidad que hoy lo embarga.

Ese evento celebrado en el foro del MIA, nos dejó muy en claro, que el ex legislador, ya recuperó la esencia de su nombre.

Es decir… Feliciano, es nuevamente feliz, y ello influye desde ya hacia su desempeño en la nueva responsabilidad asumida…Nos veremos enseguidita.

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Armando Ojeda
Armando Ojeda

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