Días y meses de fe y de ganas de vivir:
Se advierte voluntad de trabajo social y mejora del ritmo inicial del sexenio de Rubén Rocha Moya.
Vamos de lo particular a lo general. Un par de anécdotas:
Siendo gobernador el licenciado Quirino Ordaz Coppel, un día lo encuentro en un evento aquí en Culiacán. Lo saludo, ¿Cómo le va señor gobernador? Pues mire aquí echado pa delante (en donde esboza una leve sonrisa y me dice) – “no es fácil gobernar” -. Esa es la cuestión, le contesto.
Son las once de la mañana. El gobernador Mario López Valdez preside la famosa “feria de servicios” acompañado de un número importante de funcionarios. Al final, brevemente, revisa un folder con alguna petición. Lee una carta de una persona en particular. Sencillo como siempre ante un tema laboral. Con energía comenta, “claro que lo vamos a ayudar”. Y en ese instante da instrucción para que a tal hora lo comuniquen con la persona adecuada y se atienda su asunto.
Dos casos donde la sencillez y ejecutividad van de la mano.
Sin duda que estas y otras cualidades hicieron que ambos ex – gobernadores sean bien recordados al paso del tiempo, este que suele ser la mejor balanza y sinodal de los seres humanos en general, y de los gobernantes en particular. Y el juicio del tiempo es implacable.
Sus estilos, además, encarnaron muchas de las características de la cultura sinaloense, factor que explica también la forma en que se desenvolvieron en el ejercicio del poder y después del mismo.
Viene esto a cuento por el desempeño del gobernador Rubén Rocha Moya. De modos y modales diferentes de los mencionados, se observa, sin embargo, un ejercicio del poder directo, pragmático y con resultados que poco a poco dan luz a Sinaloa.
Prácticamente no hay día en que dé cuenta de cómo encara problemas de toda índole, de diferentes dimensiones, de alguna manera siguiendo ciertas formas y pautas del ejercicio magnánimo presidencial.
Da muestras de entender bien el ejercicio de la comunicación personal, esa habilidad y práctica que es tan efectiva como indelegable.
Atiende de modo personal temas de educación, salud, laborales, empresariales, desempeño de su equipo de gobierno que aún siguen sin dar ese brinco ante la sociedad y la opinión pública, asuntos de presidentes municipales, el estado de las prisiones, el curso de juicios a delincuentes, problemas de vialidad y seguridad, presupuestos, leyes, en fin, prácticamente todo el universo del arte de gobernar. Y esto es lo de todos los días.
Esta multiplicidad de tareas en el mundo cotidiano, aquí y en el interior del estado, sin duda lo ha vuelto conocido, y en su momento lo necesario sería ser reconocido.
Este punto, el conocimiento, las expectativas y el reconocimiento, es quizá un talón de Aquiles de la actual administración.
Es decir, debería marchar de modo natural y en paralelo, su voluntad de trabajo, omnipresente y con resultados, con una buena y justa apreciación y valoración de su desempeño.
Es cierto, el factor seguridad no está atendido en forma debida y satisfactoria, pero es evidente, hay muestras de que tampoco lo deja de lado el gobernante, lo aborda con frecuencia con conocimiento y a detalle.
Quizá sería preciso aquí un equipo con mayor profesionalismo, rigurosidad y disciplina; y concomitante un sistema de evaluación y seguimiento permanente.
Otro punto es la rotación frecuente de funcionarios prácticamente en todas las dependencias. Este problema, quizá adolece de una deficiente comunicación interna en el equipo, es decir, qué quiere de su gabinete, cómo, quién y cómo evalúa a sus colaboradores.
Se registran fallas en las designaciones y relevos, como que los responsables no fueron ni bien evaluados, ni se escogió a los mejores ni hubo los resultados esperados. Este lunar está en tiempo de ser sometido a cirugía. Con doble criterio y mayor rigor.
GOTITAS DE AGUA:
Pero de un vistazo general a la marcha del gobernante y su equipo en lo que va del comienzo de su sexenio, podríamos coincidir en que, con un comienzo trastabillante al inicio, ha tomado un ritmo en varios aspectos con buenos resultados y hasta con puntos satisfactorios en algunos.
Se advierte voluntad de trabajo, le hace falta proyectar justamente estas dos cosas, la voluntad y el trabajo, o sea, volver tangible lo que por ahora no lo es tanto. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
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