Un buen liderazgo político incluye habilidades como la tolerancia y la credibilidad, la coherencia y la empatía, así como saber gestionar y tomar decisiones en momentos de crisis.
Usualmente el liderazgo político se asocia con la capacidad que tiene una persona de mandar sobre otros y lograr que estos cumplan lo que ese líder pretende; sin embargo, no es un tema de imposiciones entre gobernantes y seguidores, sino la capacidad que tiene un político —con determinadas cualidades— de conducir una nación o entidad política a través de su capacidad de influencia, las propuestas que aporta y las decisiones coherentes que tome.
No termina el mes de marzo del presente año para que se dé el cambio de dirigencia estatal del PRI en Sinaloa, y tendrán que irse los que se tengan que ir, esto, derivado a la decisión que se tome en relación a los cambios de una nueva figura partidista, nombres hay muchos, pero que tengan condiciones o la coyuntura es muy diferente, ya que será fundamental lo que hayan dejado atrás en sus respetivos cargos públicos, es decir, que tengan la voz completa para ser una real oposición a lo cual no la hay actualmente en el PRI en Sinaloa.
Algo que también es elemental, es no solamente la suma, sino también un líder es el responsable de guiara otras personas por el camino correcto para conseguir objetivos específicos o metas que comparten. Es por esto que el liderazgo es imprescindible en la sociedad, y más aún en tiempos de crisis donde surge la necesidad de un “nuevo liderazgo”, centrado en que el líder actúe como tal y no como un mero gestor.
Es necesario que sea capaz de conectar y comunicarse con sus seguidores buscando orientarlos, movilizarlos y hacerles sentir que tienen el poder para conseguir sus metas. Además, que no vaya pensando en obtener un cargo de representación proporcional a la brevedad posible, sino que vaya orientado a cumplir con su misión de crear nuevas figuras políticas, es decir, no pensando de forma personal, sino todo lo contrario, cumplir a largo plazo un liderazgo que después termine por arroparte, eso fue lo que me llamó la atención tras el encuentro que sostuvimos a mitad de semana con el ex alcalde de Ahome, Álvaro Ruelas Echave.
Escuchamos con detenimiento su postura y concluimos que estábamos equivocados no solamente con la percepción que teníamos de Álvaro Ruelas Echave, sino que añadió en dicha entrevista que está dispuesto en ponerse de acuerdo con los personajes y pretensos en asumir el cargo de la dirigencia del PRI estatal que no comulgan con su pensamiento o a grupo pertenecer, ya que no hay condiciones para estar peleando, sino todo lo contrario, unificarse y esperar la decisión que tome el CEN del PRI, pero, sobre todo. La militancia.
Nos pareció pertinente preguntarle si hay encono interno, a la cual, respondió, que no tiene problemas con nadie y que respetará las decisiones que se tomen, además, si no sale favorecido apoyará a quien decidan colocar en dicha posición partidista.
Nos comenta también, que está abierto al diálogo con todos sus compañeros de partido y que respeta a cada uno de los aspirantes en asumir dicho cargo partidista, a la cual, considero muy oportuno ya que no están muy a modo para dividirse en estos momentos de crisis política.
Lo cierto es que sentí muy maduro al mochitense, Álvaro Ruelas Echave, tras la entrevista que sostuvimos de forma presencial y que se prolongó en un aproximado de tres horas.
GOTITAS DE AGUA:
Álvaro Ruelas Echave me añadió algo que me pareció muy interesante, que se debe hacer énfasis en que el verdadero liderazgo político es el que sabe navegar en tiempos de crisis, el que es resiliente para adaptarse a los cambios y adversidades, pero, sobre todo, el que sabe tomar decisiones en tiempos difíciles. Y, para esto, siempre van a ser necesarias figuras especializadas y con una buena formación que acompañen a los líderes en su camino. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/sobre-el-camino/.