Hoy sabremos si las estructuras de Morena en Sinaloa siguen fieles a sus principios.
Este sábado con la realización de las elecciones de consejos estatales en todo el país, se abre la oportunidad de renovar el partido Morena; un tema que no es menor, máxime cuando se trata de la colectividad que muy seguramente ganará la Presidencia de México y las mayorías en el Congreso de la Unión.
En este escenario la elección del Consejo Estatal de Sinaloa adquiere gran relevancia debido a que los grupos alternos al poder más beligerantes y de pensamiento muy diferente a las tribus radicales de Morena ya que se les considera un bastión obradorista; es decir, que quien pretenda asumir como candidato a la Presidencia de la República y en sus respectivas aldeas por este movimiento, necesita contar con el respaldo de López Obrador, y el mismo caso sucede en Sinaloa, con el ejecutivo estatal, región que con el tema de facto podría incidir en varios estados de la república.
En este plano, las figuras más representativas de Sinaloa, centro, sur y norte del estado, tienen metidas las manos hasta el fondo en este proceso dizque democrático, pues las huestes y los aerolitos de representación en las principales alcaldías del Estado, por lo menos en este proceso tienen como mínimo comer rábano o escalar a otra posición en el 2024.
Sin embargo, y aunque no se puede obviar que es menester conservar el poder, no es menos cierto que el partido debe desligarse de políticos y líderes indeseables, corruptos y hasta con comportamientos delictivos, a quienes se les abrió la puerta desde el 2018 con la única finalidad de asegurar la Gubernatura a como diera lugar, haciendo a un lado o despreciando a personas buenas con un recorrido transparente y limpio en el quehacer político y público. Ese es el tema.
Con la finalidad de no repetir el fracaso de AMLO en el 2006, cuestionados políticos con su dinero, estructuras y perversa manera de ganar elecciones se hicieron de las candidaturas, desplazando a quienes con sus principios y valores sentaron las bases de Morena, y que tenían como su más grandioso capital la dignidad, la honestidad y el trabajo.
Esos políticos que denostaban a AMLO, como los perredistas, o los priistas protagonistas de sonados casos de fraude electoral, y los panistas neoliberales que ven a la gente como simple mercancía, sustituibles y poco valoradas, terminaron llegando al poder junto con un puñado muy pequeño de gente buena.
De ahí que, es importante que el gobernador sinaloense tenga la otra parte, cuidar los intereses del ejecutivo federal y de paso cuidar los suyos.
En 2021 se repitió la afrenta en Sinaloa, diciéndole a la militancia, gente buena y honesta, háganse a un lado que nuevamente necesitamos a los perversos para ganar las elecciones que terminaran con la hegemonía de la derecha y ultra derecha en Sinaloa, permitiendo que los delincuentes de siempre volvieran al poder; algunos no alcanzaron a llegar porque los metieron en un baúl en plena campaña, otros lograron ser cobijados con el manto de la impunidad por refugiarse bajo las enaguas de las pocas personas auténticas que se encuentran en Morena.
En estos días que hemos sostenido encuentros de salud personal, en una conversación informal en Ciudad de México pregunté qué mueve más a los “perversos”, si el dinero o el poder por el poder mismo, un debate que dejó de manifiesto que, para algunos de los contertulios, los políticos más exitosos sólo persiguen el poder, otros insistieron en que buscan el dinero y utilizan la política como instrumento para conseguirlo. En cualquier caso, hay algo casi que incontrovertible, pocos utilizan ese poder en beneficio de las comunidades que dicen representar.
GOTITAS DE AGUA:
En este contexto se elegirán los consejeros de Morena en Sinaloa y el resto del país y determinarán quiénes serán los funcionarios que integren el Comité Estatal, que a su vez manejarán los dineros, estructuras y actividades del partido, teniendo además en sus manos la designación de candidatos en el 2024, desde senador hasta el regidor más humilde en el municipio más pequeño del esqueleto sinaloense.
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