En Veracruz sí sopla el viento

A sabiendas de que Andrés Manuel López Obrador no consume bebidas embriagantes, los que lo esperaban con gritos de dictador, dictador y otra vez dictador, le aventaron una botella con bastante agua y con suficiente fuerza para intimidar a cualquiera.

Son pocos días lo que le quedan al presidente para concluir su sexenio y supuestamente retirarse a su mentado y folclórico rancho.

“Advertencia, con la poca agua que le queda al bule, puede fácilmente ahogar a miles de sus contras”.

Las víboras son peligrosas hasta despellejadas.

No le buigan, no le buigan, ni matándolas dejan de ser venenosas.

Es de cascabel esta serpiente y usa las dos modalidades, sorda sin cascabel y chillona con su adorno de cola.

De los dos modos chinga.

En Veracruz avientan botellas, en Sinaloa con Barret calibre 50 y es por eso que canceló la gira por nuestras tierras.

Muy inteligente se brincará hasta Sonora.

Ese es Andrés Manuel.

No todo es dulzura para el presidente al final de su sexenio, hay gente muy agraviada por sus abusos y cuando menos con gritos le cobran facturas.

Cuando ya no sea la primera autoridad del país y carezca de la fuerza para repeler agresiones, le harán la vida de cuadritos en donde se pare y todos gozaremos como venganza colectiva.

Todavía no es tiempo de pasarle facturas.

Peligroso hacerlo sabiendo lo perverso que es nuestro presidente.

Esperar aconseja la prudencia.

Cobrar cuentas en frio es muy doloroso para el deudor.

Las mentadas de madre laceran en todo momento y estaremos pendientes para lanzarlas en el instante adecuado.

Claudia llegará sin lana que repartir y no cargará con culpas ajenas y al igual que Andrés Manuel culpaba a sus antecesores, hará lo mismo esta señora ya investida con la banda presidencial.

“Yo tengo otros datos” es herencia de vocabulario que tendrá a su disposición la señora Sheinbaum.

“Lo de abrazos y no balazos”, quién sabe.

Andrés Manuel renuncia a Morena, pero deja clavada la vara con su hijo como Secretario de Organización.

Seguirá su voz y voto vigente hasta que Claudia quiera borrarlo del mapa de la política mexicana.

Veracruz nos puso la muestra con el botellazo.

Que nos visite Andrés Manuel y que le den un paseo nocturno por las colonias del sur de Culiacán.

Sin guardias que lo protejan para que sepa la forma y modo en que vivimos en nuestra ciudad.

Se le arrugaría el cuero de abajo en las primeras cuadras.

No son cualquier cosa Chapitos y Mayos.

No respetan grados y tampoco investiduras.

Hasta mañana.

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J. Humberto Cossío R.

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