Entiende muy bien el señor que una mujer no levanta polvo y que tendrá que decidirse por un machito, varón, o de perdida que use pantalones y que se ostente del género masculino.
Con la mentada Claudia se las puede ver negras y perder mucho de lo ganado para el movimiento y hoy partido de la cuarta transformación.
Lo ha constatado, y de ahí las tormentas que le ha dejado caer, primero con las cuestiones de sabotaje del metro, luego la intromisión de la Guardia Nacional en esas instalaciones y lo más reciente, la pata que metió la señora en el territorio de la chapita que gobierna lo que antes era la Delegación Cuauhtémoc y ahora convertido en Municipio libre.
Garrafal error que le costará lagrimas de sangre a la Gobernadora de la ciudad de México y asiento de los poderes federales.
Según las cuentas de muchos, solo quedan dos con la presencia necesaria para encabezar los colores de Morena.
Marcelo Ebrard o Adán Augusto López.
El primero Secretario de Relaciones exteriores y muy bien visto por nuestros vecinos gobernados por Joe Biden.
Adán, el poderoso Secretario de Gobernación que parece ser el verdadero caballón que aventará al taste el presidente.
¿A quién irle?
Los ciudadanos libres de pensamiento y obra tendrán que escoger entre los machitos y olvidarse de la fémina que nos vendió Andrés Manuel, y que ahora luce desdibujada y sin saber para donde arrancar a contar sus penas.
Sin embargo, nada es verdad o es mentira de lo que arroja el señor presidente a los cuatro puntos cardinales y a donde sople el viento.
Ah, perdón, me olvidaba de mencionar a Ricardo Monreal que ha sido incluido como la cuarta figura, más no corcholata, y que pretende imponer la manera y forma de la elección del candidato.
Es una vacilada y lo sabe el mismo interesado.
Me causa pena el Senador, a quién le veíamos zancas de avestruz y resultó ser inocente pichón de campanario.
Perdió toda la credibilidad mostrada a través de los dimes y diretes con la dirigencia de Morena y con el mismísimo presidente de México.
“Apareceré en las boletas electorales” fue su sonsonete. Ahora se encuentra atrapado entre las garras de los leones y lejos de poder obtener una candidatura en otro partido al mostrar su inconsistencia y falta de coraje.
Era mi gallo en cualquier contienda.
Cayó de mi gracia y ahora no sé para donde hacerme.
Hay un grupo ciudadano que tiene personalidades muy interesantes de izquierda, derecha y centro, que pudiera ser influyente en alguna alianza, y dar visos de esperanza para los ciudadanos que somos encajonados por un gobierno que nos asusta y nos llena de coraje y oprobio.
Estamos tan tirados a la calle, que ahora tratamos de formar frentes de respaldo a los aspirantes de Morena y nos olvidamos de las huestes que encabezan los líderes del PAN, PRI y Partido de la Revolución Democrática.
No sirven para nada, es la versión vigente.
Y en mi criterio tienen razón.
Las tetas vienen con todo y becerro.
No hay cambios de hocico y se tragan toda la leche sin compartir con nadie y sin tirar nada de la leche que maman.
Son egoístas y repudiados por la sociedad.
Para Sinaloa, en su momento, seguirá apareciendo Alfredo Villegas que es un vividor del erario y egoísta a morir.
Un bueno para nada, me diría “Juanio” al que mencionan como la voz del pueblo y que no se guarda nada en su ronco pecho.
La moda es alinearse con alguno de MORENA.
Y puede que tengan razón.
No se espanten si a Melesio Cuén pretendan quitarle el liderazgo de la candidatura de Adán Augusto López.
Se escuchan pazos en la azotea.
Hasta mañana.
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