El priismo sinaloense da la impresión de una débil resistencia que encarará la extinción.
Aquí no se trata de renuncias o desbandadas de ex – militantes priistas derivado a un interés personal, sino a una decadencia de ideales ante los mismos principios que rigen al otrora partidazo, sin embargo, da la impresión, que esa limpia obedece a que no quiere morir solo, sino quieren llevarse todo lo que queda del PRI.
En el imaginario colectivo de los priistas sinaloenses su partido aún existe, cuando francamente han quedado migajas luego de las desbandadas masivas de muchos de sus ex – militantes quienes abiertamente operan ya en otro frente político. Sin duda, el PRI en Sinaloa es una burda caricatura de lo que hace décadas presumía aglutinar.
En Sinaloa el raquítico priismo se atreve a hablar de un México que quieren cuando ni siquiera han podido meter al orden a su dirigente nacional Alejandro Moreno, quien sigue siendo el mercader de lo que queda de este partido.
Es doloso ver a un priismo sinaloense resquebrajado, deshecho, vapuleado por sus propias hordas de intereses que ya están muy lejos de buscar esa unidad que jamás regresará.
Así como en Sinaloa, en la mayor parte del priismo en el país, apenas si puede llenar sus auditorios y reunir una raquítica concurrencia, prueba de que los acarreos hoy se hacen y están en otro lado.
El PRI está en vías de extinción y es una falacia pensar que la coalición “Va por México” pueda ser un proyecto político lo suficientemente exitoso para garantizar su supervivencia. La única posibilidad de debilitar a Morena es que los partidos, incluido el PRI en todo el país, se abran a la ciudadanía de cara al proceso electoral de 2024. No obstante, esto pueda ocurrir, ya que las “oligarquías partidistas” difícilmente estarán dispuestas a soltar sus prebendas.
El tricolor está en vías de extinción, porque al perder el control del poder y la capacidad de sostener su red de lealtades a través de la promesa de un cargo público, ha dejado de ser atractivo para los cuadros políticos. En la medida en la que ya no tiene esa capacidad o la va perdiendo todo y cada vez se queda sin ningún gobierno estatal, pues ya no tiene la capacidad de repartir el empleo público, entonces ya no tiene atractivo. Y una prueba indica que actualmente Morena está plagado de ex priistas que ahora hacen en ese partido el trabajo que hacían en el tricolor.
¿Y ahora adónde se van los priistas? Pues donde hay chamba, donde hay hueso y es Morena, es decir, no hay otra razón por la cual Morena también ha logrado capturar enormes redes que antes eran priistas. Entonces sí, el PRI está en vías de extinción porque va perdiendo capacidad de reparto de empleo y ya no tiene atractivo para los cuadros políticos.
GOTITAS DE AGUA:
El dinosaurio terminó con parálisis cerebral, sus retoños anidaron larga vida en Morena donde ya hablan de “transformación”, “pueblo”, “abrazos, no balazos”, incorporaron a su nuevo vocabulario “la derecha”, en fin, es la mutación de las hordas priistas trastocadas por la ambición de poder.
Vivir de los viejos tiempos saben que no es lo rentable ni deseable. En la desnutrida veta del tricolor aún quedan pocos, pero algunos lingotes que, por supuesto pasan por la bolsa del inefable “Alito”, quien aventará migajas a las ovejas de un rebaño famélico y al borde del precipicio. Este es el PRI de los nuevos tiempos. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/sobre-el-camino/.