Elena Poniatowska se quedará con las ganas de ver frente a ella al señor Andrés Manuel López Obrador.
La razón fundamental que no quiere exponerse a que le falten el respeto a la investidura presidencial.
Ya ven que si aprendió de andar en la calle el tabasqueño.
El respeto se gana y sabe perfectamente que no estará protegido en el Senado de la República y no puede cambiar la ceremonia a sus dominios de las mañaneras.
Temor fundado y entendemos a nuestro primer mandatario.
No es lo mismo ser conejo que escopeta.
La premiada de 92 años no tendrá la cobija tricolor.
Estará rodeada de intelectuales que conocen y reconocen su brillante trayectoria. Y Andrés Manuel desentona entre ellos.
Los que gritan se quedarán con las ganas.
No asistirá el conejo y sus escopetas permanecerán guardadas.
Debe ser una gran señora.
Su obra la conozco en parte, pero jamás he tenido la dicha de escucharla.
Elenita apoyó al peje en su lucha por el poder y se le considera una mujer de la izquierda valiosa.
Se le nota con mucha energía a pesar de su edad.
Es de las pocas luminarias que nos quedan en México.
Posiblemente será recibida en privado por Andrés Manuel.
Ella entenderá al Presidente.
El respeto se gana y jamás tendrá el mío.
Detesto su forma de denigrar en sus mañaneras a los que no pensamos en la misma dirección.
Un presidente debe ser generoso con sus gobernador.
El insulto desde el poder es la manera ventajosa que tienen los dictadorzuelos ante la débil posición de sus mandantes.
Así es Andrés Manuel y no tengo la menos duda que recibirá su castigo.
Es cuestión de tiempo.
Llegará el momento que su imagen será destruida por los mismos que ahora le aplauden y lo llenan de halagos.
La presea Belisario Domínguez se instituyó en el año de 1953 en honor de quién fuera asesinado por órdenes del Chacal Huerta.
El 23 de septiembre de 1913 lanzó un vitriólico discurso ante sus compañeros Senadores donde puso como lazo de marrano al Presidente Victoriano Huerta.
El siete de octubre del mismo año, fue sacado de su hotel por sus asesinos Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, José Hernández Ramírez y Gabriel Huerta que lo llevaron al cementerio de Xoco y ahí lo masacraron.
Se dice que el Dr. Aureliano Urrutia le cortó la lengua para enviarla al presidente de México que odiaba a muerte a Belisario.
No Elenita, no cometas el error de lanzar un incendiario discurso en contra de Andrés Manuel López Obrador.
No queremos que se instituya la medalla Elena Poniatowska.
Recíbela y déjala de ese tamaño.
Hasta mañana.
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