Sobre el Camino

El nuevo PRI en el país…

La pregunta es inevitable, ¿realmente el país está inmerso en una transformación histórica, sin precedente por su profundidad y carácter pacífico? Vamos por partes.

Muy a pesar de que el Presidente suele pontificar todos los días con ese dicho. Se entiende que en función de ella toma sus decisiones. Decisiones radicales que están destinadas a cambiar de raíz el estado de cosas, herencia del viejo régimen. 

 

Las críticas a su gobierno o tienen que ver con los defensores de privilegios perdidos por la transformación, o de quienes (pobres de ellos) no alcanzan a vislumbrar el verdadero alcance de la acción puesta en marcha.  

 

El cambio nacional que pregona el presidente López Obrador incluso suele estar por encima del implementado por los liberales de la República Restaurada, allá en la segunda mitad del siglo XIX, con Juárez a la cabeza, uno de sus héroes favoritos.

El país y los mexicanos vivimos un momento estelar, digno de celebración a una sola voz en el Zócalo de la Ciudad de México, como a él le gusta. De no ser, claro, por el egoísmo de sus contrincantes, que cada que pueden le ponen el pie.

Sin embargo, su dicho es una plegaria en despoblado, por decir lo menos. Desmentida día-a-día por la evidencia y el balance de especialistas intelectuales y expertos técnicos. Esto es, se le desmiente en el terreno de las ideas y de los hechos.

En días pasados, un experto en el tema escribió que los “abrazos, no balazos” no es una política pública de gobierno; es una frase hueca. En el mejor de los casos, sirve de propaganda para eludir el fracaso de la seguridad y la privatización del territorio.

Sin embargo, otro especialista en el tema acaba de escribir que las elecciones del 5 de junio sirvieron para aclarar el verdadero significado de la llamada Cuarta Transformación, el lema del Presidente y el obradorismo.

Lo que realmente hay en curso es un proceso nuevo de restauración del PRI. La consolidación de la Cuarta Transformación sería el anhelo de Plutarco Elías Calles de organizar el sistema político alrededor de un partido hegemónico.

Esto no lo digo yo: lo dice la profesora emérita del Colegio de México, Soledad Loaeza, en un ensayo de nombre elocuente: ¿Morena la cuarta transformación del PRI? Aparece en una revista mensual cuyo nombre omitimos por aquello de los epítetos.

La autora encuentra que las semejanzas entre las prácticas electorales fraudulentas del Revolucionario Institucional y Morena saltan a la vista. Sin embargo, subraya en el acto, encuentra una gran diferencia entre uno y otro: (frente a la incompetencia de Morena) los priistas tenían políticas y objetivos precisos.

Aquellos diseñaron políticas consistentes, realizables, que respondían a las condiciones del entorno nacional e internacional.  Tanto en el campo de la economía, la educación y la cultura.

El PRI creía en la importancia del crecimiento económico, de la educación, del conocimiento, de la paz social, y seguridad de las personas. En cambio, el partido que hoy gobierna, afirma la Premio Nacional, no parece tener nociones claras sobre sus objetivos de mediano plazo ni en lo que se refiere a los instrumentos que puede utilizar para alcanzarlos.

Se deja entrever que el vencimiento del PRI, hasta su casi extinción, puede estar asociado con el colapso de la socialdemocracia en el mundo. (Aquí el texto en su versión digital https://www.nexos.com.mx/?p=68620).

GOTITAS DE AGUA: 

 

En Sinaloa se carece de una tradición crítica; a eso súmesele que tampoco se cultiva el análisis político especializado, en base a criterios técnicos y metodológicos. De allí el imperativo de voltear a mirar a nuestros clásicos contemporáneos.

La tardanza para que se realicen los cambios en lo que se refiere a su dirigencia estatal, pone en entredicho una austeridad interna que va encaminada a una entrega total hacia Morena, muy en ello, que muchos por continuidad a seguir ordeñando al pueblo, prefieren cambiarse de camiseta que solo obedece a intereses personales de grupo, agréguenle la hipocresía.

Nombres que bien pueden enderezar un poco el barco en el PRI en Sinaloa, Marco Antonio Osuna Moreno, Aarón Irizar López, Juan Manuel “el negro” Osuna, Gomer Monárrez Lara, Paola Iveth Garate Valenzuela, Erika Sánchez Martínez, entre otros no menos importantes. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…

 

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/sobre-el-camino/.

 

Benjamín Bojórquez Olea

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