No extraña saber que el narquitecto inservible quiere ser gobernador.
Usamos en esta columna por vez primera este apodo sobre este suspirante, aunque nos aseguran que así lo identifican desde hace rato.
A la sorda, claro.
Se trata del presidente municipal de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, mejor conocido hasta ahora como “el violín”.
Lo de “narquitecto” surgió por una doble razón: es arquitecto de profesión y está al servicio del narco.
Ya ven que la raza se da vuelo haciendo memes y poniendo apodos, unas veces por pura risión y otras como venganza.
Con el dilema de que, acusan, es el mejor alcalde de Culiacán que han tenido los criminales.
Para que nadie quede sentido, pasemos entonces al nuevo apelativo de “narquitecto violín”.
Pasemos mejor a lo políticamente importante, que son los afanes de Juan de Dios Gámez para convertirse en el sucesor de su padrino Rubén Rocha Moya.
Por eso se le recomendó que no hiciera mucho ruido, excepto para presumir las obras públicas dizque en beneficio del pueblo.
Tanto lo ama el que lo puso como alcalde, que lo quiere como nuevo gobernador.
Vivieron juntos, y donde hubo fuegos siempre quedan rescoldos.
Que Juan de Dios sea un completo inservible, eso es lo de menos.
Por el contrario, resulta que de tal palo tal astilla, sin alburear.
Mientras el narquitecto violín espera y desespera soñando con el tercer piso, tiene frente a sí un creciente reclamo popular.
La gente pide que, como sucedió con el palenque y la feria ganadera, se cancele también la verbena popular que cada fin de año y con duración de un mes inicia en la colonia Industrial El Palmito.
Dirá la gente criminosa que el alcalde culichi se aferrará también a la realización de la verbena, como hizo el padrino hasta las amenazas en su contra.
Veremos qué actitud asumirá el narquitecto violín.
Veremos si se pone necio como su amado nino, o si organiza que los “particulares” decidan que no hay condiciones de paz y seguridad.
Polémica en puerta, en medio de la interminable violencia que seguimos sufriendo.
CLAUDIA VOLVIO A EXHIBIR A ROCHA EL PINOCHO
Otra vez, como si faltara, la presidenta Claudia Sheinbaum exhibió que el gobernador de Sinaloa es bien mentiroso.
Tras un pretendido “error” en el que Omar García Harfuch afirmó que sí tendríamos feria y palenque en Culiacán, la “corrección” de que esos eventos fueron cancelados.
En cadena nacional, doña Claudia apoyó a Rubén Rocha por haber tomado esa decisión.
No fue, como el gobierno estatal nos pregona, una cancelación decidida por los particulares.
Las comillas en error y corrección son para advertir que todo fue adrede para desmentir al pinocho.
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