La nueva ley de protección a periodistas es en realidad un insultante atole.
A quienes desde ayer están festejando, lamento decirles que se trata simplemente de una nueva simulación.
Ningún diputado condenó el linchamiento permanente de la cuarta transformación contra periodistas y medios de comunicación.
Qué protección puede haber con esas complicidades tan burdas y llenas de desfachatez.
Según el congreso del estado, con esta ley las autoridades tienen la obligación de respetar, proteger y garantizar el ejercicio de la actividad periodística y de los defensores de los derechos humanos.
Una maroma insultante, toda vez que esas obligaciones están en nuestras leyes desde hace mucho.
Se enfatizó mucho en la retórica sobre nuestra seguridad y derechos humanos, repitiendo lo que ya tenemos en nuestras constituciones federal y estatal.
Lo mismo pero con atole nuevo, para explicarnos mejor.
La novedad es la creación del instituto, y entramos a lo peor.
No fueron pocos los colegas engañados rumbo a la creación de este organismo, en la pretensión ilegal e inmoral de que las vidas de los periodistas y defensores de derechos humanos valen más que las de los demás.
Para un ejercicio del periodismo en libertad basta que se respete y se haga respetar lo que ya tenemos en nuestra constitución y en el código penal.
Lo único que se necesita es voluntad política real para terminar con las impunidades con que se nos agrede por el crimen organizado y por el propio gobierno.
Con la nueva ley nada cambia, excepto lo de las burocracias a conveniencia con un elefante blanco que si no se tiene cuidado servirá sólo para un grupo de fantoches enmascarados como defensores gremiales.
Ojalá me equivoque, pero mucho me temo que el tiempo me dará la razón.
AMLO CON SUS PATRONES
Como si deseara exhibirse, el presidente López Obrador irá otra vez a Badiraguato durante su próxima visita a Sinaloa.
Ese amor hacia sus patrones, tan descarado y tan presumido.
Confirmará, admítase o no, el pacto para gobernar conjuntamente con el crimen organizado.
Momento clave, a menos de dos semanas de las elecciones para gobernador en seis entidades de la república.
Más abrazos hacia los delincuentes, protegidos por mandato del hipócrita mayor.
EL NARCO PARTIDO
Vaya cinismo de Morena, que en el Senado de la República organizó un mitin de apoyo para su candidato a gobernador de Tamaulipas que acaba de ser exhibido en sus transas con el crimen organizado.
Ese mismo partido, que en Durango le dio cargo a un delincuente que estuvo preso por intento de homicidio.
El México al revés en el que es bueno ser malo y es malo ser bueno, con gran cantidad de ciudadanos irresponsables que lo aplauden.
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