Dos temas trataré en esta columna

¿Por no haber robado en el gobierno al que serví por muchos años debo considerarme un pendejo?

¿Debo de tenerles envidia a los que lo hicieron y que con frecuencia trato y los estimo?

¿Debo de mostrarme arrepentido por haber formado en la rectitud a mis hijos con los que convivo en estos tiempos?

¿O debo sentirme orgulloso de ser como soy y caminar con la frente en alto sin que nadie pueda señalarme como saqueador del gobierno?

Un ejemplo, a no seguir, lo tuve con un personaje que acercaron a la mesa donde me reúno a diario y que al llegar dijo sin decoro alguno:

Me llamo fulano de tal y soy muy bandido.

Dios tenga en la gloria a mi personaje.

Sufrió penosa enfermedad que al final lo hizo rendirse entes de llegar a la mitad de su vida.

Descanse en paz.

No quise, ni quiero convertirme en rata inmunda.

Las alcantarillas jamás serán mi hogar.

A los que vivan a gusto en los mundos subterráneos, no trataré de convencerlos y mucho menos combatirlos.

Hasta aquí mi primer tema.

LA SEGUNDA PARTE

Es la reiteración, de que debemos de votar en contra de la cuarta transformación que representa Claudia Sheinbaum, por las siniestras intenciones de apoderarse por completo de los tres poderes de gobierno e instalar una dictadura que nos tenga apachurrados a los que pensamos diferente a ellos.

No me importaría que la izquierda fuera gobierno.

Lo que no tolero al presidente Andrés Manuel, es su perverso propósito de dividirnos a los mexicanos con sus estúpidas peroratas mañaneras que me tienen hasta el gorro.

La libertad de pensamiento es algo intrínseco de mi personalidad y lucharé hasta morir para que nadie me esclavice.

Yo no me preparo para votar favoreciendo a Xóchitl Gálvez para la presidencia de México.

No votaré en favor de los partidos de la alianza opositora por considerarlos lo mejor que exista en nuestro País.

Mi voto será defendiendo a mis creencias y combatiendo la falacia de un gobierno que pretende romper mi libertad.

No pienso que Claudia Sheinbaum sea una hija del demonio.

Pero representa la perversidad del que la hizo candidata.

Por eso votaré por Xóchitl, por Paloma y todos los candidatos opositores a este dictadorzuelo.

No apruebo la manera en que fue vulnerada la soberanía de la embajada mexicana en el Ecuador, y condeno la manera y forma en que lo hizo el gobierno de aquel País.

Pero la bofetada que el presidente ecuatoriano le pegó en el hocico al que lo descalificó como legitimo gobernante, es un aviso de que Andrés Manuel es muy vulnerable y se esconde en las faldas del derecho internacional y sus tratados cuando hay quién le atore bola.

Votemos en contra de lo que representa el partido de MORENA.

No permitamos que nos llenen de cadenas.

Pretenden vulnerar mi libertad y los escupiré con mi sufragio.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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