Dos personajes del municipio de Guasave

La señora Cuquita Cárdenas Fonseca y José Luís “el Tano” Leyson y los dos han dejado una huella imborrable.

Las recetas de cocina de Doña Cuquita la hicieron famosa a niveles internacionales y es originaria de San Gabriel.

Nació un día de los muertos en 1930 y su brillantez en el arte culinario regional la convirtieron en la viva imagen de la mujer guasavense.

Cocinaba por el placer de hacerlo y un día decidió compartir sus conocimientos elaborando un libro con sus recetas que fueron un éxito empresarial.

Doña Cuquita murió en la ciudad de Mazatlán a los noventa y dos años de edad.

En cualquier lugar donde se guise sabroso puede estar la mano y el sazón de esta extraordinaria señora.

Los guasavenses le deben mucho a Cuquita y gracias a ella sus estómagos quedaron plenamente satisfechos y lo siguen estando.

Hasta los plebes caprichosos se chuparon y se chupan los dedos cuando probaron y prueban las recetas de Doña Cuquita.

Dios le dio un don que por fortuna nos dejó para siempre.

No la veremos caminando entre la población de Guasave, pero en las cocinas del mundo, flotará el sabor de sus comidas.

De este calibre nacen muy pocas de cuando en cuando.

Con solo tocar una tortilla le daba un plus.

Los tomates y las cebollas eran otra cosa al ser cortadas por Cuquita.

Los chiles serranos se inclinaban a su paso.

Se le debe mucho y va mi respeto a su memoria.

El Tano Leyson creo que fue presidente municipal de Guasave en el periodo 1984-1986 e indudablemente dejó obras de mucha trascendencia.

Debe de tener entre 74 o 75 años, si no es que más.

Construyó el auditorio Héroes de Sinaloa que fue de relieve cultural inmenso y engrandeció a la ciudad sobre todas las de Sinaloa en ese ramo.

Pero au legado más importante es la construcción del sistema de drenaje que no existía en aquellos años. Según sus declaraciones costó más de cinco mil millones de pesos que para aquellos tiempos era una fantasía conseguir.

Aquí lo relaciono con Doña Cuquita Cárdenas Fonseca.

La señora llenó los estómagos de la gente de Guasave y la población no tenía donde zurrar decentemente y el Tano les concedió el gusto.

Ya no necesitaban salir a las letrinas que construían en los patios. Los baños se hicieron al interior de las viviendas y bastaba jalar la palanca para que los desechos estomacales salieron zumbando por las cañerías del Tano.

Las tripas que rebosaban con los guisos de Cuquita, salían y salen alegremente sin las malditas pestilencias que producen los estómagos.

Un lugar decente para “zurrar” les dio mi Tano.

Doña Cuquita ya falleció.

El Tano se niega a tenderse sobre la mortaja.

40 años más tarde pretende volver a la Alcaldía de Guasave.

Dicen, que dicen, los que dicen, que trae en su bolsa el aval de nuestro Gobernador y del presidente de México.

¿Usted le cree?

Yo tampoco.

Por si las dudas, hay que darle un lema de campaña.

“DE NUEVO SOBRE TU CAÑO”

Dije caño, no coño.

Hasta mañana.

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J. Humberto Cossío R.

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