Potencialmente demoledores, dos madrazos que vienen tienen en muy graves problemas al corrupto narco gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
La potencial restitución de Jesús Estrada Ferreiro como presidente municipal de Culiacán es causa de diarrea en los altos mandos de la cuatroté sinaloense.
Como acertadamente me dijo un buen amigo, no son pocos los que andan con el asterisco en la mano.
En el tercer piso, el congreso estatal, la fiscalía de “justicia”, la auditoría estatal y el ayuntamiento presidido por quien en un meme es identificado como la usurpadora.
Se confirma oficialmente lo que muchos sabemos, de las ilegalidades y los abusos de poder para desaforar y destituir a Ferreirón.
Los burdos montajes que hicieron quedan exhibidos en el proyecto de sentencia que este miércoles votará el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Precisemos que todavía no hay orden de reinstalar a Jesús Estrada en la alcaldía.
Falta ver si se aprueba el miércoles, porque puede rechazarse.
Como sea, Estrada derrotó nuevamente a Rubén Rocha y sus compinches.
“La usurpadora” fue a ponerle veladoras a Malverde, porque roba con enorme descaro y hay evidencias de sobra.
Sabe que lomo le hará falta, por corrupto, si Ferreirón retoma el poder municipal.
Parece de sentido común que si Ferreiro es reinstalado buscarán desaforarlo y destituirlo de nuevo.
Imagine usted que el padrino exija reinstalar a su ahijado violín y corrupto.
Seguirse exhibiendo, al cabo que ni tantita pena le da.
Otro que no haya la puerta es el camisa rosa, ese dizque experto en leyes que demuestra hasta cansarse que es un bueno para nada.
Enrique Inzunza Cázarez sólo sabe “ganar” con la fiscalía y los jueces locales bajo su control.
Falsas victorias que se convierten en derrotas cuando llegan a instancias federales.
Rocha Moya mantiene al inservible en el cargo porque son muchas las complicidades y “el número dos” puede soltar la sopa de algunas de las muchas raterías en el gobierno arcoíris.
Puntualizo de nuevo mi respeto absoluto a las preferencias de todo mundo.
Lo que no puedo ni debo dejar pasar es que ésas y ésos depravados que se mueven más por las hormonas que por las neuronas delincan impunemente todos los días.
Dos madrazos que vienen, dijimos, y pasamos al número dos, que vendrá desde Los Estados Unidos.
Ovidio Guzmán terminó traicionado por la cuatroté y no tiene por qué serles “leal”.
Ante la DEA y ante el Departamento del Tesoro gringo, Ovidio seguramente abundará sobre lo que ya existe en varios expedientes judiciales.
Confirmará los financiamientos a Andrés Manuel López Obrador y a varios políticos más, entre ellos el hoy gobernador de Sinaloa.
Se reafirmará que en nuestro estado los chapitos operaron electoralmente para hacer ganar a Rubén Rocha, lo que acordaron durante una reunión celebrada en Batequitas, Badiraguato.
En la Unión Americana ya se tienen documentos de por lo menos una transferencia del crimen organizado a favor de Rubén Rocha Ruiz para financiar la campaña de su papá.
Tendrán más mezcla, contra AMLO y contra Rocha.
Detalles adicionales sobre los abrazos no balazos.
Ese pacto de Morena con criminales, para compartir el poder en gran parte de la república.
Rubencito Rocha será confirmado como delincuente.
A los norteamericanos les duele especialmente lo del fentanilo.
Eso que aquí en Sinaloa se produce, mientras Rocha Moya lo niega con enorme descaro.
Estados Unidos ofrecerá a Ovidio beneficios por compartirles la información que necesitan.
Ya no sale de prisión, pero puede obtener condiciones menos difíciles.
Y nadie lo podrá señalar como traidor, porque la traición es del gobierno que primero ofreció que no lo detendrían, y luego que no lo extraditarían.
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