Diciembre es para muchos el mes de los reencuentros entre amigos, familiares, ex compañeros de la Escuela, y desde luego, el mes que nos regala días y horas muy propicias para el renacimiento de los recuerdos, anécdotas y vivencias de años pasados.
Es diciembre el último mes del año, donde resurgen los arbolitos de navidad, las posadas, los esperados aguinaldos, los buñuelos y donde los pavos (guajolotes) resultan ser los menos afortunados, ya que para su desgracia, representan el festín en las mesas de los enfiestados.
Pero sin duda alguna, diciembre nos regala una de las escenas más dulces tiernas, sensibles, conmovedoras y mágicas de la época.
Me refiero a las cartas que los niños y niñas celosamente escriben y guardan en secreto dentro de un sobre que deberá viajar con destino al polo norte, donde el único facultado para abrirla será Santa Claus.
Ese sobre legendario de papel inerte, encierra en su interior los subliminales anhelos e ilusiones, al igual que los tiernos y dulces sueños plegados de la mágica inocencia del importante sector infantil de nuestra sociedad.
Estoy seguro que esa bella experiencia de observar a los habitantes más pequeños y amados de nuestros hogares, enfrascarse en la emblemática tarea de escribir su fantástica cartita a Santa Claus, lo hemos vivido todos.
Creo, sin temor a equivocarme, que son esos momentos en que nuestros niños y niñas colocan su celosa y discreta cartita en alguna pequeño espacio del arbolito de navidad, el mayor regalo que el mes de diciembre nos ha podido otorgar.
Pero el embeleso del mes de diciembre y sus posadas, se pierde de manera intempestiva, al momento de voltear la vista hacia un lado de nuestras vidas.
El contraste a la magia navideña nos golpea alma, rostro y corazón, tan solo con observar las manifestaciones de violencia que estamos enfrentando a lo largo y ancho del territorio Nacional y que a miles de hogares ha sumido en el doloroso luto.
Pero, tenemos que referir de igual manera, las grandes disputas en que están enfrascadas las estructuras sociales, políticas, económicas y culturales del mundo; Y en México para nada somos la excepción.
Nos estamos peleando todos contra todos en una lucha por conquistar ese gran concepto de las discrepancias llamado PODER.
Los políticos, hoy no se conforman ya con la conquista del poder exclusivo de su entorno institucional, sino que buscan ser poderosos en todas las esferas sociales posibles, principalmente en el económico.
Innegable es que el binomio del PODER político y económico, otorgan el control de la sociedad en general, de ahí que podamos ver la manera en que los poderosos del dinero, voltean cada vez de manera más insistente hacia las esferas del poder político en busca de su conquista.
Y es precisamente esa lucha por el PODER lo que está polarizando las relaciones sociales de los mexicanos.
Muchos sin saber por qué ni para que, estamos agarrando partida en esa disputa que las cúpulas libran por el gran botín nacional.
Es una especie de guerra en cuyo caso, a lo que podemos aspirar es a lo de siempre, es decir, a ser simples partícipes de una guerra política y económica que algunos podrán ganar, pero lo más seguro es que en esa línea, no estaremos los ciudadanos de a pie.
En estos momentos en los poderes legislativos de la nación, están enfrascados en la disputa por el control del INE.
Apenas esta noche del miércoles 14 de diciembre del 2022, los Senadores de Morena, haciendo uso de su fuerza mayoritaria aprobaron el llamado plan B de la minuta de reforma de la ley electoral.
Antes, hicieron lo mismo con la iniciativa presidencial de militarizar la guardia nacional, y meses atrás, se había generado la disputa parlamentaria por la reforma eléctrica, la revocación de mandato y el posible juicio político a los ex presidentes de la República.
Hoy tenemos enfrente nuevas y anticipadas versiones de las confrontaciones políticas con miras futuristas en materia electoral.
Las llamadas corcholatas (prospectos a la candidatura de Morena a la Presidencia de México) se están peleando entre ellos… La hermandad de los militantes de MORENA es un mito, cuando de disputarse espacios de poder se trata.
Lo interesante en este caso, sería saber si el Presidente López Obrador en su calidad de líder único e indiscutible de MORENA es el promotor de esas confrontaciones entre sus discípulos, o los pleitos son reales.
Y es que sobran los que aseguran que AMLO ya tiene su decisión tomada y solo está matizando la selección de su candidato o candidata con tintes de una supuesta práctica democrática.
Ese ejercicio lo acaba de practicar en el Estado de Coahuila, al sacrificar al ex secretario de seguridad federal Ricardo Mejía Berdeja como el candidato viable a la gubernatura, para entregarle la encomienda al poderoso empresario minero Armando Guadiana.
Por cierto, analistas políticos aseguran que la elección del Estado de Coahuila habría sido negociada por el Presidente AMLO desde hace meses a cambio del voto priista para la aprobación de la militarizar de la guardia nacional.
Por lo pronto, en aquel Estado norteño, MORENA sacrificó a Ricardo mejía, al que las encuestas ubicaban como amplio favorito para ganar esa gubernatura, lo que ofrece un toque de credibilidad a ese rumor de la presunta negociación de la elección de Coahuila.
Lo dicho en la lucha por el PODER no hay tregua ni ventaja…Todos van contra todo aquello que pretenda disputarles esa canonjía que otorga el control absoluto de las masas sociales, políticas y económicas de México.
Pero, regresando al tema inicial del diciembre, sus posadas y su maravillosa Navidad, habría que hacer una pregunta final a los hombres y mujeres que segundo a segundo, y metro a metro se disputan el PODER en nuestro territorio nacional.
¿No podrían en estas fechas de navidad, de paz, hermandad y fraternidad, motivar entre las cúpulas políticas un acuerdo para hacer un compás de espera frente a las grandes disputas, odios, rencores y fobias que los temas de sus agendas políticas están generando, y dar paso así, a la verdadera alegría de tan históricas festividades?…
Esta difícil la tarea, pero soñar se vale, máxime en estos días del bello y nostálgico mes de diciembre…Nos vemos enseguidita.
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